Legado real. Por: Juan Pablo Amaya Amaris

Resumir la vida de la reina Isabel II de Inglaterra no es una tarea fácil. No soy historiador, ni mucho menos biógrafo, por lo que mi intención, lejos de ser la de narrar la vida de un personaje tan importante en la historia global, está más relacionada con mencionar los vínculos de Isabel II con el deporte.

Más allá de que para muchos la relación entre monarquía y siglo XXI es como la que tienen el agua con el aceite, si existe una casa real reconocida mundialmente, esa es la británica. Fueron 70 años de reinado en 96 años de vida para Isabell II de Reino Unido, en los que se caracterizó por su elegancia, sobriedad y constante vocación de servicio, siendo este último un profundo compromiso personal que mantuvo durante toda su vida. Sus 70 años de reinado, fueron testigo de los múltiples cambios que la sociedad británica realizó, así como de muchos eventos deportivos, demostrando siempre su pasión ante algunas disciplinas deportivas, pero también siendo testigo de imágenes históricas que terminaron marcando al mundo del deporte. Fueron 17 mundiales de fútbol, 67 Copas de Europa (ahora Champions League), 20 Juegos Olímpicos, 70 FA Cups, entre otros eventos, los que presenció durante totalidad de su reinado.

En el fútbol su aparición más comentada y recordada es, probablemente, el momento en el que le hace entrega a Bobby Moore del Trofeo Jules Rimet, luego de que la selección inglesa se proclamara campeona de la Copa del Mundo de 1966, en la que fueron locales. Sobre este episodio la misma reina tuvo oportunidad de recordarlo recientemente, justo antes de que la selección inglesa jugara la final de la Eurocopa 2020 frente Italia, además de enviarles un saludo de felicitación por haber llegado a esa instancia. Sin embargo, ni los buenos deseos de la reina le sirvieron al conjunto inglés para ganar, pues Italia se llevó el campeonato que se definió por cobros desde el punto penal. 

De igual manera, pocos meses antes de su fallecimiento, la reina pudo ver cómo las jugadoras de la selección de Inglaterra  alzaron  la Eurocopa 2022. El mensaje que les envió a las jugadoras, mencionaba la importancia del logro que acababan de conseguir y exaltó el valor que tenía, pues se convertían en una inspiración para todas las niñas y mujeres que sueñan con jugar al fútbol en un futuro a nivel profesional.

Sobre su afición a un equipo en particular nunca se tuvo real certeza, pues siempre quiso mostrarse como una espectadora imparcial. Sin embargo, muchos portales revelaron lo que algunos funcionarios cercanos le habían escuchado: era aficionada al West Ham de Londres, equipo poco laureado, pero muy tradicional en esa ciudad. No obstante, otras versiones indicaban que la reina eran gran admiradora del Arsenal, otro equipo de Londres, más aún luego de haber ganado la Liga en 2004 sin haber perdido un solo partido. Siguiendo esta lógica, pensaría que en Colombia la reina podría ser aficionada del Independiente Santa Fe, pues la indumentaria es del mismo color que la de los otros dos equipos con los que se le relaciona y es un equipo de la ciudad capital. Ahora bien, siendo una mujer tan elegante, tan refinada y de tan buen gusto, podría pensarse que estaría mucho más relacionada con el juego de Millonarios, equipo que hasta el día de hoy permanece invicto en la presente liga y que despliega un juego armonioso, lírico y agradable, características propias de la realeza.

Otro de los eventos a los que la reina solía asistir era el torneo de Wimbledon, pues lideró el All England Lawn Tennis and Croquet Club, que es, en cortas palabras, el club anfitrión de dicho evento. Cuando se juega este torneo, la familia real tiene un palco reservado que ahora suele ocupar Kate Middleton, actual patrona del All England Club y esposa del nieto de la reina Isabel II, William. La reina solía reservarse para acudir únicamente a finales memorables en las que algún representante británico estuviere participando, así, por ejemplo, acudió en 1958, 1968, 1977 y en 2010 para entregarle a Andy Murray el trofeo de campeón masculino. En este orden de ideas, no debíamos esperar su presencia en alguna final en la que Robert Farah y Juan Sebastián Cabal, pudieran jugar en la categoría de dobles.

Igualmente, Isabel II fue protagonista de una de las más recordadas ceremonias de inauguración de unos Juegos Olímpicos, cuando en 2012 protagonizó una curiosa escena junto con Daniel Craig, el actor que interpretó a James Bond, en la que simulaban lanzarse de paracaídas al estadio olímpico y hacían de esta manera su entrada triunfal a la inauguración. El público, luego de ver semejante actuación, ovacionó a la reina una vez apareció, para sentarse en el lugar que le tenían reservado junto con su esposo, el Duque de Edimburgo y el presidente del Comité Olímpico Internacional para la época, Jacques Rogge. En Colombia, creeríamos que quien hubiera acompañado a la reina para caer de las alturas sería la excongresista y prófuga de la justicia Aida Merlano, aunque probablemente no la hubiera dejado entrar al estadio, sino que por el contrario, se la habría llevado en moto hacia la frontera con Venezuela.

Por último, no se puede dejar de mencionar que siendo aún princesa Isabel estuvo presente en la primera carrera del Campeonato Mundial de la Fórmula en el Gran Premio de Gran Bretaña en 1950, toda vez que el evento lo presidió su padre, el Rey Jorge VI. Pero sin duda, su pasión deportiva estaba más en los caballos que en cualquier otra disciplina. Fue dueña de caballos pura sangre, los cuales corrían en carreras por Europa; pero era tal su afición al hipismo que se creó una jornada de carreras en su honor, conocida como Royal Ascot, la cual se desarrolla en Ascot, Inglaterra, y a la cual la reina nunca faltó.

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