NO votaría por Petro, pero entiendo a sus votantes: Por Rafael Torres Camargo

Rafael Torres Camargo

Lo primero que hay que aclarar es que Petro sí representa un gran peligro para este país.

En Mayo 2016, el famoso productor de documentales Michael Moore, refiriéndose al entonces candidato Donald Trump dijo lo siguiente:

“Si Trump lo dice en serio o no, es algo irrelevante porque está diciendo las cosas a las personas que están sufriendo. Y es por eso que todos los trabajadores derrotados, anónimos y olvidados, que solían ser parte de lo que se llamaba "clase media", adoran a Trump. Es el cóctel molotov humano que estaban esperando. La granada humana más grande que pueden arrojar legalmente al sistema que les robó la vida”.

En Colombia algo parecido pasa con el apoyo que tiene Gustavo Petro en el contexto político actual.  No es sino mirar Twitter por unos minutos, o pasarse por algún medio importante, y siempre vas a tener algún columnista/twittero hablando del peligro que representa Petro.  Algo similar pasaba en el año 2016 cuando casi todos los medios de comunicación hicieron una campaña sistemática contra Trump, y este terminó quedándose con las elecciones. Aunque estos dos personajes son la antítesis el uno del otro, parece que a ambos les aplica aquel dicho de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo” para explicar porque estos personajes tienen tanto apoyo.

Lo primero que hay que aclarar es que Petro SÍ representa un gran peligro para este país. Sus políticas se basan en pura demagogia y han probado ser un fracaso en cualquier lugar que se han aplicado. Sin embargo, ningún político hace un esfuerzo por hablarle a esa gran masa electoral que apoya  a Petro incondicionalmente. Esa clase baja que justificadamente se siente olvidada por la clase política y desesperadamente quiere un cambio. Aunque en Colombia tenemos un Estado Social de Derecho, no podemos negar que hay un nepotismo en nuestra manera de organizarnos como sociedad. Dentro del Congreso se repiten los mismo apellidos, e inclusive los mismos nombres. Son pocas las probabilidades de prosperar como empresario debido a las cargas del Estado, la poca seguridad jurídica que hay, y ni hablar de la cuarentena interminable del año pasado que reemplazó la esperanza con la angustia en todos aquellos que se animan a correr un riesgo para generar riqueza y empleo.

El Paro Nacional de abril nos demostró los impactos sociales que tuvo la cuarentena más larga del mundo.  Desde Twitter y desde los medios de comunicación, tildaban a Petro de incendiario y de irresponsable, sin embargo no hubo un solo político que de manera efectiva lograra bajar un mensaje que apelara a esa juventud de clase media baja que salió manifestarse. Según el Dane, hay 1.58 millones de jóvenes en Colombia desocupados. Jóvenes que están totalmente desafectados de la sociedad y que ven  poca esperanza en el horizonte. Por más que creamos que la tecnología cada vez nos hace menos inmunes a nuestra naturaleza, el ser humano necesita sentirse parte de una comunidad , sentirse parte de algo más grande que él. Parece que la única opción para una gran porción de la juventud colombiana es trabajar en un call center. Quiero resaltar que este es un trabajo sumamente digno, sin embargo es un trabajo donde se aprenden pocas habilidades y no se cultiva el sentimiento de comunidad y compañerismo que si hay mientras se trabaja en un restaurante o en una fábrica.

Poco importa que Petro tenga razón o no en sus políticas cuando es el único que parece darse cuenta de la situación en la que viven muchos colombianos.  Es fácil desde Twitter denunciar la violencia en las manifestaciones mientras se critica el abuso policial y se ponen un montón de slogans políticos pensando únicamente en la contienda electoral. La mayoría de los candidatos no han hecho el esfuerzo de ser autocríticos con la clase política , los medios de comunicación pero sobre todo, con ellos mismos.  Es fácil hablar de la importancia de la educación y como esta es la piedra fundacional para construir un país con mayor igualdad, pero que poco ha hecho la clase política para asegurarse que los colegios públicos vuelvan a la presencialidad los cinco días a la semana. Da la impresión que la clase política no entiende que la cuarentena para muchos no fue la oportunidad de leer más libros, aprender a cocinar o hacer maratones de Netflix, sino que para muchos fue la condena al analfabetismo y a la falta de oportunidades.

Desde el fondo de mi corazón deseo que Petro no gane. El día que Petro llegue a la presidencia, mi única recomendación a un Colombiano menor de 30 años es que emigre. Sin embargo, nadie le va a ganar a Petro a punta de columnas e hilos de Twitter criticándolo. Tiene que haber un político valiente y humilde con la capacidad de hacer autocrítica. Este país necesita desesperadamente volver a creer, necesitamos que nuestros políticos dejen de publicar  fotos con niños en todas las regiones de Colombia que visitan y realmente empiecen a hablar de la realidad del país. Necesitamos, pero más que nada nos merecemos, a alguien capaz de tener un diálogo maduro con el país.

Comenrarios de: “NO votaría por Petro, pero entiendo a sus votantes: Por Rafael Torres Camargo

  1. ¡Excelente comentario! Solo te falto tener en cuenta que la astuta izquierda (foro de sao paulo o grupo de puebla)con todo su poder económico que le permite la coca y el oro del arco del Orinoco ha logrado corromper todo que se le antoje en cualquier parte de nuestro continente y hasta fuera de el como hace en España para asfixiar a sus opositores. La traqueta izquierda como sabe hacerlo siempre, su campaña se basa en estigmatizar y criticar a sus opositores por no hacer realidad sus utopías en favor de una sociedad que aspira a parasitar en el estado a pesar de que ellos con toda la riqueza de Venezuela demostraron que ese modelo es un completo fracaso porque en realidad son la antítesis de su mas preciado ídolo; Pepe Mujica. Con la politización del gremio de la educación les es fácil adoctrinar a nuestros jóvenes por su ingenuo idealismo al llenarlos de fanatismo para convertirlos en barbaros para conformar sus brisas robolivarianas y en contubernio con el también politizado poder judicial crear un "gobierno de los jueces" para ensuciar a la oposición junto con venales medios de comunicación mantenerlos solo en la línea de defensa no de propuestas porque hasta las pocas que logra contra viento y marea presentar este gobierno las utilizan como floreros de Llorente para justificar sus intentos golpistas sin importarles el caos económico que causen porque hasta de eso saben sacar réditos políticos al culpar al gobierno porque para sus estultos "useful idiots" todo lo que afirme la traqueta izquierda, son axiomas.

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