Es tan sencillo como entender que todos los colombianos queremos la paz y creemos que la mejor forma de construirla es con justicia. Nuevamente y cómo lo hizo en épocas de la firma del acuerdo de la Habana, Monseñor Monsalve, arzobispo de Cali, vuelve a satanizar a quienes defendemos la justicia, legalidad y reparación como base para construir una paz estable y con garantías de no repetición.

En agosto de 2016 nos dijo deshonestos a quienes derrotamos en una campaña de corazón el deseo de quienes apoyaban la impunidad, que al finalmente terminó imponiéndose gracias al expresidente Santos quien desconoció la voluntad popular expresada mediante plebiscito. "Todo ciudadano honesto dará su voto por él SI" dijo Monsalve a lo que respondí en su momento "Todos queremos la paz, yo, al igual que muchos colombianos, soñamos con una Colombia en paz, deseo una paz estable y duradera para mi país, garantias de no repetición para las futuras generaciones. Votar NO al plebiscito no es votar en contra de la paz, es votar en contra de las negociaciones gobierno-FARC adelantadas en la Habana".

Hoy el tiempo nos da la razón y mis palabras cobran más sentido que entonces, el acuerdo de la Habana representa la mayor manifestación de impunidad de la historia de Colombia, no se ha reparado a las víctimas, no han entregado la totalidad de los bienes, cada día hay disidencias más fuertes y varios de los jefes guerrilleros que firmaron el acuerdo volvieron a las armas. ¡Teníamos razón!, la impunidad nunca será el camino para lograr una paz estable y duradera, la justicia es la única forma de garantizar no repetición.

A Monseñor Monsalve solo me queda decirle que no somos genocidas quienes defendemos la justicia, somos patriotas que creemos en la justicia para construir la paz.