No puede desaparecer el Olaya. Por: Sergio Escobar

Sergio Escobar -Columnista- elBogotano

En una noche de 1980, en la oscuridad del cielo de Medellin había una luz titilando, era una aeronave monomotor con matrícula estadounidense N6646U procedente de Panamá en emergencia y necesitaba aterrizar. El aeropuerto local de la ciudad más conocido como “el Olaya”, sin operación nocturna en aquella época, pidió ayuda por radio a los habitantes para que fueran a iluminar la pista y pudiera aterrizar la avioneta que se quedaba sin combustible y finalmente pudo hacerlo sin contratiempos.

Según archivos del periódico El Colombiano, en su edición del 28 de enero de 1913, dos días antes, un monoplano piloteado por el canadiense John o Geo Schmitt sobrevoló la ciudad, despegando de una finca conocida como “La Pradera” en alguna parte plana del valle del Aburra. La pasión por volar en Medellin empezó muy rápido y continua hasta la fecha. También fue cuna de la primera aerolínea del mundo, Compañía Colombiana de Navegación Aérea -CCNA- creada por un grupo de empresarios antioqueños liderados por Alejandro Echevarría en la notaria 1ra. de Medellin, con registro 2448 del 26 de septiembre de 1919 antes que la holandesa KLM y la SCADTA, hoy Avianca.

El 5 julio de 1932, en los antiguos terrenos de Las Playas en Guayabal, cedidos por algunos empresarios a la ciudad para este fin único, liderados por Don Gonzalo Mejia, entra en funcionamiento una pista con 974 metros de longitud, con el aterrizaje de la aeronave “Marichu” iniciando así la rica historia de la aviación comercial en el Olaya, conectando a Medellin con su Departamento, con el país y con el mundo. El 1 de mayo de 1947 se inaugura la ampliación de la pista al tamaño actual que conocemos y en 1962 la terminal como la vemos hoy, obra del arquitecto local Elías Zapata con apoyo e influencia de los arquitectos suizo Le Corbusier y el brasileño Oscar Niemayer, quienes les darían a los edificios el prestigio y la forma de cóndor con que lo vemos aun hoy en sus vitrales.

El Olaya ha sido una enorme inversión económica de las generaciones anteriores que construyeron y visionaron el futuro de la ciudad; fue sede de muchas empresas aéreas como SACO, UMCA, SAM, Aeroclub de Medellin, Cessnyca, Tampa, ADA, entre otras; base de otras no menos importantes para la historia de la aviación como ACES; de academias de aviación que aun operan; y de la Patrulla Aérea Civil de Antioquia que, hoy por hoy, es un apoyo valioso en la crisis de salud que afrontamos. El Olaya suma al PIB de la ciudad con su actividad económica y comercial apoyando a la integración con las comunidades regionales; escuelas de aviación; vuelos turísticos, aviación civil y brigadas aéreas de salud.

Este aeropuerto local tiene un valor histórico, es un activo del presente y una inversión consolidada para el futuro. Medellin que se privilegia de tener dos aeropuertos para conectarse con su entorno, con su país, con el mundo, no puede permitir que se convierta en un objeto de discusión la conveniencia o no por temas urbanísticos o de espacios públicos.  En muchas ciudades importantes del mundo hay dos o hasta tres aeropuertos. Son una comodidad, una necesidad, un complemento el uno con el otro. No podemos cometer el error de desaparecerlo como se hizo con el tranvía de la ciudad que décadas después fue necesario construirlo otra vez a un enorme costo.

El Olaya, tiene su operación asegurada mínimo hasta el 2032 y conecta con ciudades intermedias de Antioquia, del Chocó y con el sur de la costa caribe, se ha convertido en el primer aeródromo regional del país; atendiendo a 84 destinos nacionales solo superado por El Dorado en Bogotá que ya demanda la construcción de una tercera pista o de un aeropuerto adicional.

Los números de crecimiento en el tiempo demuestran, según un estudio de la IATA de 2016 para AIRPLAN que, ni con la programada construcción de la segunda pista del aeropuerto JMC en Rionegro daría abasto para absorber la aviación militar de la base aérea de la FAC; las escuelas de aviación; la aviación civil o privada y la regional operando junto con la doméstica e internacional tanto de pasajeros como de carga.

Hoy, el Olaya es objeto de interés de urbanistas y constructores de convertirlo en una zona multifuncional, de espacios públicos, zonas deportivas, comerciales y de vivienda. Grave error seria cambiar el destino de un instrumento moderno tan caro como es construir un aeropuerto de una ciudad con serias dificultades de logística de transporte a otros puntos cardinales de la geografía.

El Olaya que podría operar nocturnamente con las ayudas tecnológicas de hoy, debe mantenerse pues es la salvación para muchos habitantes de regiones apartadas en materia de emergencias de salud; es un asunto de lógica socioeconómica y de integración regional con las otras comunidades de Antioquia y de los Departamentos vecinos. Es un compromiso de solidaridad que tenemos con ellos.

Fuentes: Periódico El Colombiano, Aerocivil, Aeropuerto OH 70 años de historia, PAC, IATA, AIRPLAN

2 Comentarios de: “No puede desaparecer el Olaya. Por: Sergio Escobar

  1. Si hay ciudades que desisten de su segundo aeropuerto ( así haya sido militar) Zurich en Suiza . Lo quieren convertir en parque tecnológico. Qué pasará Con las pistas? No se sabe. El futuro está en lo sostenible, Una ciudad que crece y cuya contaminación ambiental, de ruido y de luz crece y crece deja de ser atractiva para vivir.

  2. Soy apoyador del progreso, asi como Medellín siempre acostumbra hacerlo y realmente no me interesan mucho las cosas viejas, solo la historia. Pero el Olaya no es eso; es un aeropuerto que con toda seguridad, en cuanto exista aportara soluciones de logística aérea el tiempo todo; es un grande patrimonio de infraestructura. Medellín JAMAS debería permitir que se acabe el Olaya Herrera. Como tu bien lo dices, un aeropuerto complementa el otro. Si Medellín acabar con el Olaya Herrera, seria una barbaridad, un tiro en el pie. Que yo sepa, ninguna ciudad en el mundo cuando entra al exclusivo grupo de ciudades con mas de un aeropuerto, nunca mas vuelve atras para quedarse con solo uno. De hacerlo Medellín, mancharia para siempre su fama de progresista y seria tachada de anti-progresista y atrasada. Ademas, que yo sepa, en Colombia, una de las envidias contra Medellín, es justamente por ser la unica con dos aeropuertos; o sea, todos los demás quisieran tener ese privilegio y ventaja.

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