Normalmente, cuando se juega un derby entre los equipos de la ciudad de Manchester en Inglaterra, una vez terminado el partido y dependiendo del resultado, los aficionados del equipo ganador suelen compartir mensajes en redes sociales como Manchester is Red si es el United el ganador o Manchester is Blue, si por el contrario, fue el City quien se quedó con el partido. Claramente, todo esto hace parte del folklore que rodea los partidos y más aún los clásicos entre equipos de la misma ciudad. Sin embargo, parece que de ahora en adelante, sin importar el resultado del partido, los seguidores de ambos equipos podrán gritar, al unísono: Manchester is Arab, ¿por qué?

Desde que en noviembre del 2022 la polémica familia Glazer, propietaria del Manchester United, decidió informar su decisión de “considerar todas las estrategias alternativas, incluyendo nuevas inversiones en el club, la venta u otra transacción que involucre a la compañía”, momento en el que muchos grupos empresariales billonarios se interesaron en hacerse con el equipo rojo de Manchester.

De todos los grupos o inversionistas que en algún momento mostraron interés, actualmente parece que solo quedan dos con opciones reales de comprar una participación mayoritaria en el Manchester United. Por un lado, se encuentra Sir Jim Ratcliffe, uno de los hombres más ricos del Reino Unido, dueño de INEOS, la empresa química multinacional británica; y, por otro lado, el jeque de Qatar Jassim bin Hamad Al Thani, quien a través del Qatar Islamic Bank, una de las organizaciones financieras más poderosas de Asia, pretende adquirir el 100% del Manchester United. 

Lo interesante de todo este proceso, además de las cifras que se manejan, es ver que de nuevo el mundo árabe quiere ingresar a controlar y dirigir un equipo de fútbol en Inglaterra. Los casos más recientes son el del Manchester City, que es propiedad del Abu Dhabi United Group desde el 2008 y el Newcastle, que desde el 2021 le pertenece al Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita, el cual es dirigido por el príncipe heredero Mohammed bin Salman. 

En caso de que finalmente la compra del Manchester United se concretara a favor del jeque Jassim bin Hamad Al Thani y del Qatar Islamic Bank, la Premier League y el fútbol inglés se convertirían en un escenario de puja de poderes entre Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Qatar; se estaría trasladando al fútbol una disputa geopolítica que ha llevado, en algunos momentos, a que las relaciones diplomáticas entre Qatar y estos países se cortaran, luego de que acusaran al Estado qatarí de apoyar el terrorismo, situación que finalmente se resolvió, después de que el Consejo de Cooperación del Golfo y Qatar firmaron un acuerdo para reactivar sus relaciones diplomáticas.

A pesar de lo anterior, desde el punto de vista deportivo creo que al Manchester United le convendría la llegada de un nuevo propietario. La relación de la hinchada – que siempre ha sido fiel al club – con los Glazer se encuentra muy deteriorada por el alto nivel de deuda en que han dejado al club y la nula inversión en infraestructura, por lo que uno de los puntos más importantes de las ofertas, debería ser la presentación de un plan de modernización tanto del campo de entrenamiento, como del estadio. 

Evidentemente, los fanáticos ven con buenos ojos la llegada de capital al club, pero también de personas que conozcan lo que es el Manchester United. De hecho, en una encuesta realizada por The Athletic, para la mayoría de aficionados encuestados, Ratcliffe es su opción favorita, por ser un aficionado de toda la vida del club e insistir en un plan a largo plazo para llevar de vuelta al club al primer nivel. Hasta el momento, ambos oferentes solicitaron una prórroga para ajustar sus ofertas y cumplir con las altas pretensiones que tienen los Glazers para vender.

Cuando el proceso termine, probablemente estaremos frente a una de las noticias deportivas y empresariales más importantes del año, por la magnitud de la inversión y la relevancia mediática que tiene el Manchester United. En todo caso, si la oferta aceptada fuere la de los qatarís, no sería raro que las aficiones del City y del United, en los clásicos que están por venir, coincidan al cantar Manchester is Arab.