La sentencia artificial. Por: Gabriela Forero

En días pasados, el juzgado primero laboral de Cartagena profirió una sentencia resolviendo una acción de tutela interpuesta para la defensa de los derechos fundamentales de salud y vida digna del menor Salvador Espitia Chávez. En un país donde las cifras de procesos resultan abrumadoras, teniendo en cuenta que en 2020 hubo 295.559 tutelas y en 2021 ascendieron los expedientes a 462.066, resulta interesante que un fallo, en Cartagena, sea noticia. Hay una necesidad de rapidez y eficacia en el sistema jurídico. Y es precisamente ante estos números alarmantes, que la noticia cobra mayor importancia: La sentencia fue resuelta en parte con la ayuda de ChatGPT.

En palabras sencillas, ChatGPT es un chatbot o robot virtual que mediante inteligencia artificial puede responder preguntas, dar consejos e incluso sostener una conversación fluida. El sistema, desarrollado por Open AI, contaba con 1 millón de usuarios al día siguiente de su lanzamiento y a pesar de que aún se encuentra en etapa de “prueba e investigación”, no ha dejado de ser noticia por todas las posibilidades que representa, entre esas: proferir sentencias.

El Juez Cartagenero, amparándose en la ley 2213 de 2022, la cual busca incorporar las TIC en los procesos judiciales, acudió a ChatGPT  con cuatro problemas jurídicos: “(i) ¿Menor autista está exonerado de pagar cuotas moderadoras en sus terapias? (ii) ¿Las acciones de tutela en estos casos se deben conceder? (iii) ¿Exigir en estos casos la cuota moderadora es una barrera de acceso al servicio de salud? (iv) ¿La jurisprudencia de la corte constitucional ha tomado decisiones favorables en casos similares?”

Si bien el Juez advirtió en la sentencia que no se busca con la inteligencia artificial reemplazar la decisión del juez, la utilización de tecnología de esta naturaleza permitirá reducir los tiempos invertidos en la redacción de decisiones, lo cual agilizará el sistema judicial. Y volviendo a la acumulación de procesos y la necesidad de inmediatez en casos como el que resolvió el Juez Cartagenero, resultaría útil la incorporación de esta tecnología, pero ¿hasta qué punto es beneficioso?

ChatGPT fue prohibido en varias escuelas estadounidenses a un mes de su lanzamiento para evitar problemas de plagio, amenaza con acabar múltiples trabajos, desde ejercicios de mercadeo, ilustración y ahora… ¿abogados?. El chat ha sido percibido como una amenaza, pero es importante entender que los cambios tecnológicos no tienen freno, y que son incluso más rápidos que los cambios culturales. Tapar el sol con los dedos resulta inútil, sobre todo cuando el sol es un posible reemplazo a nuestras labores.

Más que una amenaza, ChatGPT debe ser visto como un impulso a la flexibilización y adaptación, a seguir buscando formas de incorporar la tecnología a nuestro favor. Este sistema de inteligencia artificial surge como una herramienta para optimizar procesos, organizar sistemas y generar información que incluso, facilite el acceso a la tecnología.

Sin embargo, para no quedar con la duda, es importante acudir a la fuente. A través de https://chat.openai.com/chat le pregunté a ChatGPT, la duda que todo abogado tiene en este momento:

¿Podrá ChatGPT reemplazar a los abogados?

“No, ChatGPT no puede reemplazar a los abogados. Aunque ChatGPT ha sido entrenado en una amplia gama de temas, incluyendo leyes y regulaciones, su conocimiento no es suficiente para tomar decisiones legales y ofrecer asesoramiento jurídico confiable. Además, la interpretación y aplicación de la ley requiere una comprensión profunda de los factores sociales, políticos y culturales que influyen en la toma de decisiones y requiere la habilidad de evaluar argumentos complejos y predecir el resultado de un caso con precisión. Los abogados están capacitados y calificados para realizar estas tareas y proporcionar asesoramiento legal de manera responsable.”

El tema no deja de ser polémico, e incluso incierto, y ha sido el centro de debate en días pasados. Personas como Juan David Gutierrez, profesor de la Universidad del Rosario, expresaron su preocupación argumentando que Chat GPT puede aportar datos falsos, e incluso inventar fuentes para justificar lo que plantea. Sin embargo, es una realidad que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y que nos veremos obligados a ser flexibles y encontrar las bondades de esta tecnología. No, Chat GPT no debería reemplazar a un juez o abogado, pero si pudiera dar una mano para agilizar el sistema judicial, y garantizar los derechos fundamentales de formas más rápidas, no sobra la ayuda.

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