Susana Muhamad, la “hippie” ambientalista que traerá miseria. Por: Alejandro Bermeo

Todos los medios la destacan como ambientalista, intentando darle autoridad como la nueva Ministra de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, el problema es que “ambientalista” no es un título profesional, la nueva ministra Susana Muhamad no tiene ni idea del tema, menos del energético, es politóloga, no es ingeniera de medio ambiente o de petróleos, ni siquiera tiene algún título en derecho ambiental, sus posturas se fundamentan en propaganda antitécnica “hippie” que sin duda nos llevará a niveles preindustriales, miseria y pobreza.

La señora Muhamad sin ton ni son salió a decir que: “Vamos a buscar, lo antes posible, frenar el licenciamiento del fracking y buscar que en Congreso de la República se prohíba el fracking por ley”. Podría decirse que cada que habla Gustavo Petro y Muhamad las acciones de Ecopetrol siguen acumulando pérdidas históricas y el dólar sigue aumentando. Tampoco sorprende que quiera prohibir el uso de glifosato omitiendo que la deforestación que traen los cultivos ilícitos y la contaminación con la producción de cocaína se combaten con este herbicida.

Quieren ser los héroes del clima a nivel mundial cuando Colombia solo representa el 0,6% de las emisiones de CO2 en el planeta. La transición energética debe darse, pero todos deben poner de su parte de acuerdo al impacto que generan, lo más paradójico es que la transición energética no puede realizarse sin los recursos que aporta el gas y el petróleo, lo cierto es que los efectos para Colombia al tomar medidas radicales son peores que cualquier beneficio. Ese fundamentalismo sin sustento ya está generando aumento en los costos de vida, servicios públicos, alimentos, etc.

Como advertía recientemente la ANDI y Corficolombiana sobre la propuesta de Petro de suspender la firma de nuevos contratos de exploración de hidrocarburos, el peso se devaluará entre el 40 y 44% hacia el 2027, lo que llevaría el dólar hasta un máximo de $7.020, ya nos movemos en ese camino.

Lo más problemático de todo es que estas medidas afectan con mayor fuerza a los más pobres, gracias al petróleo y el gas tenemos recursos para la inversión social, no solo eso, con el petróleo y el gas nos movilizamos, cocinamos alimentos y obtenemos energía y están más presentes de lo que pensamos en el uso cotidiano: jabones, tintes capilares, esmaltes, ropa, velas, pinturas, fertilizantes, equipos e insumos médicos, aparatos electrónicos, etc. Casi todos los objetos que tenemos en nuestra casa podrían tener uno o varios derivados del petróleo y el gas. Sumemos que hoy las naciones del mundo buscan soberanía energética y parece que el único beneficiado por estas medidas será Nicolás Maduro, que desde su dictadura en Venezuela terminará vendiéndonos la energía.

Todo lo contrario a las propuestas regresistas de los “progres” es lo que necesita el país. Necesitamos aplicar nuevas técnicas que faciliten la extracción para seguir disfrutando de los beneficios del petróleo, el gas y sus derivados, por ejemplo, mediante la realización de los yacimientos no convencionales, el país está preparado y con los más altos estándares.

Depende de nosotros, o terminamos con taparrabos cantándole al sol o ejercemos nuestro derecho al desarrollo y a un mejor futuro para las generaciones siguientes.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *