El martes 26 de octubre, previo al partido ante el Rayo Vallecano del día siguiente, Ronal Koeman compareció en rueda de prensa con mucha ilusión de continuar en la dirección técnica del Barcelona. En aquella rueda expresó, “ya soy mayorcito y quiero disfrutar en el sitio donde quiero estar. Sé que dependo de los resultados, pero quiero disfrutar: ocho años, un año o tres meses”. Además, el neerlandés agregó, “es una ventaja conocer la casa y ser exjugador del club también ayuda, aunque al final te piden lo mismo. También depende de donde has estado y, como persona, hay que tener carácter. Con viento en contra es fácil marcharse, pero no soy alguien así. Yo afronto las cosas”.

Sin embargo, en el entorno de la hinchada, perder en el Camp Nou ante su acérrimo rival: Real Madrid, fue algo inaguantable. El voto de confianza se le siguió dando a Ronald Koeman, pese a que algunos aficionados al culminar El Clásico lo increparon en su salida del estadio. Koeman continuó en el banquillo, pero las directivas no aguantaron la caída en Vallecas por la mínima diferencia ante el Rayo Vallecano, y al terminar ese encuentro, decidieron dar por terminado el vínculo del neerlandés en las filas culés. 

Claro está, que no todo es culpa de Ronal Koeman, pues las directivas no hicieron mayor esfuerzo para retener a Lionel Messi en las filas del Barcelona. Prescindir del mejor jugador de la historia del club contribuyó para un presente no muy alentador para los blaugranas, seguido de fichajes innecesarios y criticados desde el arribo a la ciudad, como la contratación de Luuk De Jong procedente del Sevilla. Tras de que el ariete es suplente con el regreso de Sergio Agüero a la delantera, cuando se le ha dado la oportunidad desde el arranque, De Jong no la ha aprovechado. 

Adicionalmente, se tenía en Ansu Fati, heredero del legendario dorsal ‘10’ una apuesta grande para este nuevo Barcelona. Sin embargo, algunas lesiones lo han retirado de los escenarios deportivos, y no ha logrado recuperar su mejor nivel. Para la hinchada también ha sido inaguantable ver algunas improvisaciones en sus alineaciones, pues Sergiño Dest, habitualmente lateral derecho, con Koeman juega de extremo por la derecha, una posición que poco maneja y los negativos resultados se han dado con aproximaciones inmejorables para el joven estadounidense, pero que desaprovecha enviándola por arriba. Así fue contra el Real Madrid y contra el Rayo Vallecano tuvo una similar.

Aunque el Barcelona tiene un partido menos, es uno de los peores arranques ligueros con apenas 15 puntos de 30 posibles en diez jornadas. Como si fuera poco, la Uefa Champions League también ha sido esquiva con dos derrotas holgadas ante Bayern Múnich y Benfica y solo una victoria por la mínima contra el Dinamo de Kiev. Un equipo sin ideas y sin un estilo de juego claro.

De ídolo en la institución como jugador a un director técnico que pareció realmente no conocer al club. Llevando a la gloria en Wembley en 1992 anotando el gol de la victoria de la primera Champions del equipo blaugrana a ser un entrenador que nunca pudo calar bien frente a la hinchada, la prensa y los directivos. Dirigió 67 partidos, 39 victorias, 12 empates y 16 derrotas en las filas culés. 

Solo falta ver quién será su reemplazo en la dirección técnica. Un viejo conocido en la institución se perfila como lo es Xavi Hernández quien actualmente dirige al Al-Sadd de Catar. Sin embargo, cuando a Xavi se le vinculó con el banquillo del Barcelona, dijo que no asumiría el cargo cuando la Liga esté en juego.