La antropología jurídica, la mayéutica como método de estudio, fue el nicho orientador de un gran exmagistrado de la Corte Constitucional –Ciro Angarita-; ejemplo cardinal para las futuras generaciones.

Su aporte a la academia jurídica, conllevo a la ilustración del Derecho Constitucional como un mecanismo de protección a la dignidad humana, donde prepondera los derechos fundamentales sobre los tecnicismos jurídicos.

De forma similar, su intelectualidad y humanismo durante el desarrollo de su magistratura permitió un estándar jurisprudencial basado en los principios y valores que consagran la constitución, como, por ejemplo, la diversidad ética y cultural, el derecho al trabajo como un eje esencial en la calidad de vida del ser humano.

La Constituyente de 1991 genero un cambio dinámico en factores sociales, políticos y judiciales, permitiendo la creación de la Corte Constitucional Colombiana, instituida bajo la filosofía de “guardar la integridad y supremacía de la Carta Política”, la cual fue instalada el 17 de febrero de 1992, posibilitando al exmagistrado Angarita integrar la primera cohorte de magistrados que liderarían dicha Corporación.

Considero que el activismo judicial del maestro Ciro Angarita dentro de la Corte constitucional, fue muy esencial en la construcción de una identidad jurídica nacional, contribuyendo a la construcción de un Estado Social de Derecho que garantice la calidad de vida de la población colombiana.

Resalto su protección a los pueblos indígenas en Colombia, reconociéndolos como una “comunidad de especial protección” (sentencia T-428/92), por lo cual, a mi juicio, estimo que la ponencia del exmagistrado Angarita, estableció las bases jurisprudenciales en la defensa de los derechos de la comunidad indígena en Colombia, que durante diversas etapas de la historia se les ha vulnerado.

En los diversos postulados jurídicos del exmagistrado Angarita, se evidencia su desarrollo investigativo en el derecho laboral, prueba de ello, es su ilustración en la protección de la clase trabajadora, específicamente en reconocer el trabajo doméstico y la seguridad social como un Derecho conexo a la calidad de vida, integridad física y moral del ciudadano trabajador.

La Magistratura de Ciro Angarita, es símbolo de excelencia, disciplina y honestidad, un ejemplo para las altas cúpulas judiciales que en la actualidad se encuentran contrastadas por la corrupción, obsérvese el “cartel de la toga”, donde los fallos e investigaciones judiciales se sustentaban en dadivas económicas y no en Derecho.

Los aportes jurídicos de Ciro Angarita son elementales para la academia, la investigación y la transformación de un Estado, convirtiéndolo en un elogio para la ciencia jurídica del Derecho.

Para culminar, las facultades de Derecho del país, deben tener como ejemplo reciproco los grandes juristas colombianos, que marcaron senderos para la transformación de un país, donde el conocimiento jurídico del estudiante prime sobre las calificaciones, y se motive al estudiantado ser un elogio del Derecho.