Poco a poco se nos acaban los ídolos: Por Santiago Muñoz Rey

Santiago Muñoz

Sin duda alguna, el fútbol ha cambiado y comenzamos a ver a 'niños' que hacen su debut antes de cumplir la mayoría de edad, en los clubes más importantes del mundo, situación a la que no estábamos tan acostumbrados. Ahora bien, estas jóvenes promesas, superdotados en algunos casos, llegan a reemplazar a aquellos futbolistas que vimos brillar y que consideramos ídolos, un concepto en vía de extinción para quienes nacimos en los años 90.

Nosotros los que comenzamos la denominada 'generación Z', tuvimos la oportunidad de ver a exponentes del fútbol, que no solo han marcado una era sino, más bien han marcado su nombre en la historia del deporte rey. En este sentido, es muy fácil mencionar a Cristiano Ronaldo o a Lionel Messi, dos que sin duda son de los más grandes y cuyo nombre resonará por siglos, pero hay muchos nombres más que vamos a extrañar en el momento en el que anuncien su retiro de las canchas y otros que ya nos hacen falta.

Actualmente, y para sorpresa de muchos, aquellos jugadores que nos hicieron enamorar del fútbol, aquellos por los cuales madrugábamos, los que elegíamos para estampar nuestras camisetas, los que nos 'pedíamos' para salir a jugar en el recreo, se han retirado y nos han dejado un vacío inmenso, a pesar de que otros emergen a pasos agigantados. Para aterrizar un poco, están los casos de Wayne Rooney, Xavi Hernández o Steven Gerard, jugadores que brillaban mientras nosotros crecíamos y que ahora, a pesar de estar involucrados en el mundo de este deporte, ya no los vemos saltar a la cancha y dejar su huella en el campo de juego. En estos tres casos, han tomado la batuta de algunos equipos y, luego de una formación como directores técnicos, se han hecho con un puesto en el banquillo. Este tipo de casos son la excepción al punto al que quiero llegar pues seguimos viéndolos involucrados, formando a las estrellas del futuro -y presente-.

Ahora bien, ¿quién recuerda los desbordes de Arjen Robben?, ese holandés con zurda endiablada y que hizo la misma jugada un centenar de veces, todas con el mismo resultado, el gol. ¿Quién recuerda a Nemaja Vidić?, defensa central impasable del Manchester United. ¿Quién recuerda esa lucha entre Iker Casillas y Víctor Valdés por hacerse con el arco de la selección de España? Todos estos futbolistas a los que les he hecho mención, -no puedo mencionar a todos o terminaría haciendo una lista interminable- se han retirado y de esta generación 'dorada' quedan muy pocos, incluso, casi que se pueden contar con la mano.

Se entiende el tema de la edad, no es lo mismo jugar a los 17 que a los 34, pero el problema de los jóvenes es que no nos hacen olvidar a los que vimos. Un ejemplo clarísimo es el de Pedri, jugador del FC Barcelona, reciente ganador de los dos premios que se le otorgan al mejor 'joven' del mundo y apodado como 'el nuevo Iniesta'. Tal ha sido la influencia de los jugadores que hemos visto que todos llegan a ser comparados, sabiendo que jamás van a ser el mismo jugador. Quizás tengan claros los mismos fundamentos -control, levantar la cabeza y pase a un compañero-, pero nunca serán iguales.

Ahora, ya mencioné algunos casos de jugadores que no volverán, pero se avecina un problema mayor, los que están a puertas del retiro. Con todo el dolor en el alma he recibido la noticia del retiro de Maxi Rodríguez, a quien recuerdo por el golazo que anotó a México en el mundial de Alemania en el 2006. De igual manera he tomado la noticia del adiós de Lisandro López, temido delantero en Racing y el Olympique de Lyon. Pero quizás la más dolorosa, hasta la fecha, es la de Sergio Agüero que, aparentemente, tomó la decisión de dejar el fútbol por un problema cardiaco.

Mencioné en mi introducción que el fútbol ha cambiado y el caso del ‘Kun’ es una demostración de lo que ocurre. El fútbol se ha profesionalizado desde hace un tiempo, pero lo que antes eran deportistas, ahora son máquinas. El jugador joven está codificado para jugar todas las competencias posibles, ya sea a nivel de clubes o a nivel de selecciones internacionales -y sin descanso-. La vertiginosidad del fútbol actual requiere otro tipo de preparación, los cortos tiempos entre un partido y otro desgastan al jugador veterano y parece no hacerle daño al futuro ‘crack’. ¿Recuerdan lo que le sucedió a Christian Eriksen en la Eurocopa? bueno, existe un peligroso incremento de estos casos en el que el cuerpo del jugador de edad avanzada, no puede responder a la exigencia actual. Poco a poco, se ha vuelto común ver estos casos y el nuevo rendimiento que se necesita para ser jugador dejará a los futbolistas de la ‘vieja escuela’ rezagados.

Nos queda Zlatan Ibrahimovic, nos queda Gerard Piqué, nos queda Sergio Ramos, nos queda Marcelo, nos queda Pepe, nos queda Dani Alves, nos queda Andrés Iniesta, nos queda Sergio Busquets, nos queda Radamel Falcao, nos quedan Thomas Müller y Robert Lewandowski, entre pocos otros, todos ellos con un posible ‘clon’ en las canteras del mundo.

También, y gracias a Dios, nos quedan Cristiano y Messi (no alcanzan las palabras para hablar de ellos). No hay quién se compare a estos últimos dos, no importa que alguien diga que surgió el ‘nuevo Messi’ o el ‘nuevo Bicho’ porque sabremos que no es cierto, pero lo más importante es que se podrá mencionar que nació otra generación de futbolistas y nosotros recordaremos a aquellos con los que crecimos, los mejores de todos, el mejor fútbol.

Es tal la nostalgia que me genera el saber que la carrera de los jugadores que me enamoraron de este deporte están a punto de acabar que ni siquiera el ‘contentillo’ de escuchar al Bambino Pons narrar los goles de las nuevas promesas del fútbol es suficiente. Pronto no habrá un ‘Batipibe’ sonando por las paredes de nuestras casas. En poco tiempo no escucharemos más a Juan Pablo Varsky diciendo que lo que hace Messi es “la rutina de lo extraordinario”. Apodos como ‘El Baby Rooney’ comenzarán a desaparecer de nuestro registro, otros, no sabrán de quién se habla.

Posiblemente disfrutemos de Kylian Mbappe, de Erling Haaland o de Phil Foden. A estas nuevas estrellas les llegarán nuevos apodos, conseguirán títulos, marcarán goles impresionantes o correrán a velocidades impensadas. De la misma manera, nos podrá gustar la nueva propuesta del fútbol, pero nunca, nunca, en la misma escala de lo que nosotros pudimos presenciar.

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