Mayor secuestrado por las FARC contó las secuelas del secuestro en la Comisión de la Verdad

Guillermo Solórzano es el nombre del Mayor de la Policía que fue secuestrado por la guerrilla de las FARC el 4 de junio de 2007, durando más de tres años en cautiverio.
Solórzano cuenta que, una vez liberado en el 2011, debió renunciar a la Policía Nacional antes de que se le declarara la incapacidad académica y se le pidiera "la baja". Ante el recinto del cura Francisco de Roux ,compartió con el auditorio su experiencia en el secuestro y las secuelas que le dejó:
Las secuelas del secuestro son muchas: estrés postraumático, que no se supera fácil, y por más terapias y tratamiento que haya, siempre el dolor está en lo profundo del corazón y se convive con él. En la selva empecé a padecer el tinitus acúfeno, empezó el 12 de diciembre del año 2007 a medio día bañándome en un rió y hoy en día aquí lo tengo y convivo con él todo el tiempo; un pito destemplante que retumba en mi oído izquierdo y que afecta mi calidad de vida y mi concentración de aprendizaje.
Mayor (r) Guillermo Solórzano J. en la Comisión de la Verdad
El mayor compartió ante la comisión que era sometido a humillaciones adicionales por decir que estaba orgulloso de hacer parte de la Policía Nacional, y que eso le representaba castigos como mosquitos en la sopa y reducción de comida. Solórzano, luego de liberado, quiso seguir estudiando para poder avanzar en su carrera en la Policía y ascender al cargo de teniente coronel, pero habiendo presentado el examen, no pudo lograr las calificaciones necesarias debido a la incapacidad que el tinitus acúfeno le había generado además de la secuela psicológicas causadas por el secuestro. Reprocha no haber recibido apoyo de la institución luego del secuestro.