La permisividad de los tibios. Por: Luisa Gómez.

Luisa Gómez

La permisividad de los tibios

La amenaza neocomunista redobla en Latinoamérica y lo hace con paso seguro, sin miedo, apropiándose de causas nobles que no hacen para nada parte de sus convicciones, pero que resultan atractivas para los electores novatos y para aquellos que quizás nunca han puesto atención a ideas políticas, pero se casan con un concepto cuando toca su realidad.

Nos encontramos entonces ante un panorama social que permite todo tipo de atropellos y excesos contra la integridad humana, disfrazados de libertad, mientras el caballo de Troya rojo cabalga ante la mirada permisiva de quienes prefieren no polemizar en defensa de los derechos, permitiendo que las ideas de unos cuantos terminen por aplastar a la mayoría, estigmatizada con términos como “fascista”, “retrógrada”, “moralista” y “godarria”.

La permisividad de los tibios consiste en querer estar bien con Dios y con el diablo, como si estar en el cielo o en el infierno fuera lo mismo, como si vivir bajo un régimen fuera tan aceptable como vivir en libertad. Lo hemos visto con la propuesta del “día sin carne”, planteada como una solución estrella para combatir el cambio climático, cuando vulnera un derecho tan simple pero necesario, como decidir comer lo que a uno le dé la gana. Imposible no pensar en dictaduras como la cubana, donde la gente tiene derecho a equis cantidad de comida al mes, sin posibilidad de adquirir más si le hace falta o si se le antoja.

La permisividad de los tibios, señores, es tan desconcertante como decepcionante. Y decepciona cuando la aparente reciedumbre de quienes pueden alzar la voz, termina sucumbiendo a la tentación de quedar bien con lo que denominan “todes”. Atónita, la mayoría libertaria, observa en silencio la amenaza, mientras la turba minoritaria pero gritona, da alaridos que asustan a quienes prefieren ceder aunque resulte absurdo y a quienes subestiman la capacidad de destrucción de neocomunistas agazapados, esperando el momento perfecto para repuntar con victorias que posicionen su dañino discurso.

Tibieza, permisividad y apaciguamiento, son defectos que no podemos permitirnos como sociedad ante la intimidación clara y rampante de quienes seducen a las nuevas generaciones, tergiversando la historia, el lenguaje y las ideas, como si tener políticas libertinas equivaliera a sentar las bases de una nación más libre. La opción es reaccionar ya, aquí y ahora.

5 Comentarios de: “La permisividad de los tibios. Por: Luisa Gómez.

  1. Aristóteles aconsejaba el justo medio, la prudencia. El camino medio ha guiado el progreso de sociedades que, sin negar el derecho a la propiedad privada, han propulsado la salud y la educación como derecho universal. Todos podemos comer lo que se nos antoje, pero parte de la deforestación del Amazonas se debe a la ambición desenfrenada de la ganadería.

  2. Engañaron al país que esto se iba a convertir en Venezuela y gracias a los tibios que apoyan a este remedo de gobierno estamos peor que Venezuela. Las masacres están al orden del día. La justicia la tienen cortada tal como en venezuela con un fiscal sin vergüenza que aplica la ley contra los enemigos del gobierno pero proteje a los de su banda caso Sanclemente hasta siguió siendo embajador después del suceso de los laboratorios. Así que más Venezuela quieren con un titere más torpe que maduro. No tiene más propósito que acabar con La Paz y que la guerra sea la que reine. Tibios los cómplices que se prestaron para que remedo de gobierno tenga al país al garete
    Así que no engañen más al país con falsas verdades como los periodistas de pacotilla que apoyan este gobierno que dicen las verdades pero por debajo de la mesa y no como noticia si no como chismes entre ellos mismos

  3. El presidente Duque, dejó de ser coherente frente a lo qué propuso en su campaña presidencial, nombró en su gabinete, personas “ santistas”,enemigos del Centro Democrático y mamertos de la causa comunista. Ha sido un tibio frente a la impunidad que alberga a la JEP y a la cual prometió derogar.
    Tibio en su lucha contra el narcotrafico y a menos de dos años de culminar su mandato, seguiremos con el triste rótulo de el primer país en producción de cocaina.
    Le falta lo que le sobra a AUV.

  4. Excelentes reflexiones en este escrito que nos obliga a actuar, ya, aquí y ahora; ¡hay que decirle al Presidente @IvanDuque @mininterior @MinDefensa, que la cosa es ya!

  5. Magnífico artículo sobre los Tibios es el gran pecado de nuestra sociedad. El miedo a tener verdades contundentes y mostrarse seguros en ellas. Lastima. Tanta juventud que podría ver convicciones en sus padres y estos no las defienden y dejan tras de sí una ignorancia rampante de historia y realidad. Cuando reaccionaremos?

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