La democracia en Colombia está privada de su libertad. Por: Laura Medina Ruiz

Laura Medina -Columnista- elBogotano

¿Será mucho pedir que tengamos un país en donde los colombianos gocen de la presunción de inocencia hasta que no se demuestre lo contrario?

Cada día es más claro que lo que se ha cometido contra Álvaro Uribe Vélez es una de las peores arbitrariedades e injusticias en la historia reciente de Colombia, sin temor a equivocarme. Se ha cumplido un mes de la privación de la libertad del expresidente y me resulta difícil entender por qué a algunos les ofende que Uribe diga que se siente secuestrado, si eso es lo que vive, ¡un secuestro! Una injusta privación de la libertad en donde sus garantías pareciera que no existieran. Ahora que su caso pasa de la Corte a la Fiscalía, algo que ni siquiera debía estar sujeto a discusión, se ha pedido algo que todo ciudadano debería tener, garantías procesales.

Uribe a lo largo de los años que han pasado y los que le quedan ha sido sin duda alguna el personaje más importante de nuestro país y de Latinoamérica. No ha desfallecido nunca ante la adversidad que desde muy joven ha enfrentado; el asesinato de su padre, las amenazas en su contra, los más de 17 atentados a los cuales ha sobrevivido y ahora la injusta privación de su libertad. Sin embargo, a pesar de todas esas adversidades ha tenido la carrera política más destacable y ejemplar de Colombia.

Su vida parece de película y con gallardía ha vivido cada una de las escenas, hoy vive esta, una que parece escrita por sus peores enemigos. Sin asomo de tristeza, sigue junto con todos los colombianos que lo queremos y que no dudamos ni un segundo de su transparencia, luchando por su libertad, por un proceso con garantías y por una justicia despolitizada. Bien lo dijo su hijo mayor, Tomás Uribe: “Álvaro Uribe duerme tranquilo todas las noches, porque él tiene su conciencia tranquila”. Uribe saldrá victorioso, no porque sea Uribe, sino porque la verdad siempre triunfa, no importa que lo hayan interceptado ilegalmente, que no permitieran que su defensa contrainterrogara al “testigo estrella”, que a los testigos a su favor les compulsaran copias, que el magistrado ponente, Cesar Reyes, tuviera contratos con el gobierno de Santos por casi 600 millones de pesos, nada de eso importa, ¡Uribe saldrá victorioso!

 Sin embargo, más allá de su figura como expresidente de la República, él representa algo que trasciende a su persona y es la democracia de Colombia.

En esa democracia necesitamos tener una justicia justa, no solo para un expresidente, sino para el ciudadano de a pie ¿A cuántos colombianos han privado de su libertad injustamente? Les aseguro que son muchas más de las que nos imaginamos y eso en una democracia es inadmisible. Esa democracia que hemos cuidado durante años, a pesar de la violencia y de sus imperfecciones se ha mantenido sólida ante tanto obstáculo y así debe permanecer. El 2022 es un año crucial para Colombia y una vez más, Uribe está advirtiéndolo: “ojo con el 22”, que el neo comunismo no llegue a derrumbar la firmeza con la que hemos reconstruido un país una y otra vez. Recordemos que le han quitado su libertad de manera injusta a quien se ha atrevido a luchar sin descanso contra esa amenaza que acecha nuestra región y nuestro país.

No está privado de su libertad Álvaro Uribe Vélez, está privada de la libertad la democracia de Colombia, pero en 2022 con nuestro voto la podemos liberar.

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Comenrarios de: “La democracia en Colombia está privada de su libertad. Por: Laura Medina Ruiz

  1. Coincido plenamente con este sensato escrito. Un país que adolece de justicia imparcial; donde los magistrados se ofrecen al mejor postor de cargos familiares, beneficios económicos y permanencia en sus puestos, no puede ser considerado un país vivible para personas dignas y respetuosas de la Ley. Grave retroceso jurídico iniciado con la toma del grupo m-19 y el asesinato de verdaderos jurístas.

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