La segunda vuelta de elecciones presidenciales del país inca, que tiene frente a frente a Keiko Fujimori y Pedro Castillo, se realizaron este domingo 6 de junio.

A medida que se contabilizan los boletines más se evidencia la paridad, pero sobre todo la rivalidad política que se vive en Perú. Hoy martes, con menos de 5% de actas por computar, el representante del partido Perú Libre, Castillo, tiene la delantera con un 50,2% de aceptabilidad frente a un 47,9% que quieren a Fujimori en el poder.

Fujimori empezó como la favorita antes del conteo de votos rurales y de la selva. En el momento cuando su opositor la superó por un ligero porcentaje, no dudó en tildar las elecciones de fraude, a falta de incluir los votos emitidos en el extranjero, que pueden ser decisivos.

La denuncia hecha por la candidata del partido Fuerza Popular no tuvo alguna probatoria más que inferir irregularidades motivadas por parte del Perú Libre. Además, las tildó de planificadas y sistemáticas, algo que, de llegar a ser cierto, debe ser rechazado y penalizado firmemente.

Por su parte, el partido de izquierda niega dichas acusaciones, dejando explícito que son ellos quienes a lo largo de la historia son quienes han sido víctimas de dichas acusaciones, y que por su parte defienden y creen en una democracia limpia.

Perú, al igual que Colombia, está sufriendo dificultades políticas, económicas y sanitarias, en nuestro país es necesario sumarles a estos tres el aspecto social. Es importante y prudente seguirle la pista a lo que vaya ocurriendo en el país vecino, porque es, por lo menos desde afuera viendo cómo se desarrollan las jornadas y escuchando los comunicados de los candidatos, una muestra de lo que en un año y dos meses pueda empezar a pasar en el país.