El realismo mágico y lo real maravilloso: Por Pablo Rosselli

Pablo Rosselli

Dr. Pablo Rosselli
Ortopedista infantil Fundación Cardioinfantil
Fundación Santa Fe de Bogotá

El realismo mágico es un movimiento literario y pictórico que surgió a mediados del siglo XX en el que se narra o se plasma lo inverosímil de modo natural e imperturbable, como cuando Remedios la bella asciende al cielo en “Cien años de Soledad”. Ha tenido como exponentes en Latinoamérica a Arturo Uslar Pietri (Las lanzas coloradas), Carlos Fuentes (Aura), Jorge Amado (Doña flor y sus dos maridos), Isabel Allende (La casa de los espíritus) y, por supuesto, a nuestro Nobel de literatura.

En el realismo mágico hay una invención literaria, un aporte del escritor, mientras que lo “real maravilloso” es esa narración del mundo que, aun siendo verdadera, supera la ficción, y en la que se incluye lo mágico, lo mítico y lo imaginario de la realidad. Se refleja de manera poética en “El Reino de este mundo”, de Alejo Carpentier. En la obra, el escritor cubano cuenta la sublevación de los esclavos haitianos del yugo opresor colonialista francés con la descripción de una realidad en la que existen cosas maravillosas inexplicables, producto de elementos de la cultura Caribe.

En nuestro día a día abundan historias de lo “real maravilloso”. Algunas bellas, otras emotivas, y otras infaustas y macabras. En días pasados, por ejemplo, un joven llamado Jefferson Navarro fue víctima de linchamiento cuando pretendía atracar, revolver en mano, a un grupo de jugadores de billar en Cúcuta. Un hecho lamentable, por supuesto, pero lo “real maravilloso” de la historia no es el horrible final del joven, al que estamos tan acostumbrados
los colombianos, sino el comunicado de la familia del delincuente. Citan a Gandhi y justifican la acción de su hijo a quien llaman “el niño de la casa”, así: “…sin ninguna experiencia de la forma más infantil y manipulado por
diferentes actores quiso jugar sin medir las consecuencias de sus actos”. (Tan no era “el niño juguetón de la casa”, que sus amigos lo despidieron con tiros al aire).

Una familia adolorida está en todo el derecho de reclamar por el triste final de su hijo. Sin embargo, defender su accionar de una forma tan cínica hace parte de lo real maravilloso de nuestra cultura. Otros ejemplos de ese mundo
real que supera la ficción es la presencia de hipopótamos en las riberas del río Magdalena, traídos de África a la Hacienda Nápoles, en tiempos de Pablo Escobar, al igual que la Operación Jaque (2008) en la que se rescataron 15
secuestrados en manos de las Farc por miembros del ejército simulando ser de la Cruz Roja Internacional; cada país tiene su propia versión de lo real maravilloso.

La narración impasible del realismo mágico es sin duda fascinante como recurso literario, como parte de la literatura fantástica, mientras que la inverosímil realidad de lo real maravilloso puede ser trágica y amarga, como ocurre en tantos países que son incapaces de superar un sino nefasto de ignorancia y violencia.

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