El desafío de la política local en La Calera: romper el statu quo. Por: Daniel Escobar

Daniel Escobar

En Colombia, la política local funciona de manera diferente a la política nacional. Desde las formas y quehaceres de la campaña, la financiación de recursos y las alianzas transregionales, hasta la construcción misma de un plan de gobierno que, a través de propuestas visionarias, aborde directamente las necesidades y problemas de las pequeñas poblaciones que habitan extensiones territoriales bastante amplias y que, por lo general, carecen de bienes y servicios básicos.

En este caso, el análisis que se debe ejecutar para leer el ejercicio político de un municipio debe hacerse desde otras perspectivas de la teoría política que tomen en cuenta las particularidades de este. Tales particularidades incluyen el manejo del poder político desde los núcleos familiares dominantes, el papel de los poseedores de grandes extensiones de tierra y capital, las características poblacionales tanto del casco urbano como rural, y finalmente el interés por mantener unas cuotas burocráticas en la administración local.

Cuando estos factores se combinan, se vuelven fundamentales para el sostenimiento exitoso de un statu quo político en un municipio, al menos de manera general. Sin embargo, es importante tener en cuenta que puede haber otros municipios que disfruten de factores exógenos diferentes, lo que podría cambiar el paradigma político de los mismos y su posterior análisis desde la política comparada.

En todo caso, estos factores son aquellos a los que muchas campañas políticas están empezando a dirigirse desde ahora a través de sus estrategias y gerencia de campaña. Sin embargo, muchos de los precandidatos han cometido un error fatal: no involucrarse en la política de forma constante, todos los días y en todo momento.

Para el voz a voz de las personas en el municipio, resulta indignante que un candidato aparezca 1.095 días después de las elecciones, pretendiendo adueñarse de un proyecto político y afirmar tener todas las posibles soluciones a los problemas de La Calera. Es estremecedor el hecho de no haber escuchado ninguna de esas soluciones durante estos cuatro años y lo es aún más, el no haber visto a estas personas ejerciendo ciudadanía crítica y activa frente a la administración actual, la cual dejó mucho terreno para ello, muchísimo.

Me pregunto: ¿con qué méritos puede alguien presentarse de la nada ante una sociedad cansada de los políticos tradicionales y proponer hacer exactamente lo mismo que hacen los políticos tradicionales?

Cabe aclarar que la pregunta no se dirige exclusivamente a un solo segmento de la sociedad política del municipio, sino que se plantea de manera universal para cada actor político que desea participar en las elecciones locales de octubre. Es importante destacar que obstruir una vía a través de gritos y aparecer en un noticiero durante medio minuto no constituye el logro más significativo para un actor político. Mucho menos lo es engañar descaradamente a los campesinos de La Calera durante la campaña efectuada hacia el actual gobierno nacional y luego hacer como si ninguno de los escándalos diarios que ocurren a nivel nacional, estuvieran pasando. Que poca crítica respalda sus deseos y anhelos de cambio.

Hay que decirlo de frente: “la cobija es larga y ancha”, alcanza para arropar a todos los que quieren hacer pasar su ineficacia e incompetencia política como grandes logros a lo largo de todos estos años. Si usted no hizo nada como actor político durante cuatro años, le aseguro que su rendimiento electoral será reflejo de ello. Si usted le hizo daño a la ciudadanía a través de sus cuestionables formas de participación política, también le aseguro que su rendimiento electoral será reflejo de ello.

La política en La Calera se enfrenta a un proceso crucial de cambio o transformación. Aquellos que buscan un cambio lo lograrán a través de todo lo que acabo de describir anteriormente, y no es difícil de entender. Existe una diferencia entre querer un "cambio político", que se refiere a la alteridad y las posibilidades electorales de los candidatos, de los cuales habrá muchos, pero con un denominador común: el uso de malas prácticas de gobernantes tradicionales, tanto de izquierda como de derecha, para presentarse como una renovación a la política actual.

Otros apostamos por una verdadera transformación, lo cual implica que el statu quo político en el municipio de La Calera no solo cambie de familia dominante, sino que también es indispensable que cambie en su forma y estructura, una verdadera revolución.

Este cambio de forma implica una transición desde la visión de un municipio conservador, empobrecido y poco desarrollado hacia una visión que pueda repensar el municipio en busca de fortalecer la ciudadanía activa, impulsar el desarrollo económico y aprovechar todas las poderosas cualidades que ofrece La Calera para lograr el territorio que cada uno de sus habitantes merece, pero que ha sido negado durante décadas por sus propios gobernantes.

Gobernar cercano a la gente, eso es lo que necesitamos.

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