Currículo: más finanzas personales, inteligencia emocional y desarrollo profesional. Por: Santiago Bonivento

Santiago Bonivento

La educación primaria, básica y media suele tener asignaturas que forman el carácter, el gusto y la motivación para el ejercicio de la vida profesional de las personas. Incluir dentro de estas algunas que configuren un espectro algo más amplio, se traduce en una gran alternativa para el desarrollo cognitivo de los futuros ciudadanos del mundo.

Matemáticas, física e idiomas, por mencionar solamente algunas, son asignaturas transversales a la educación primaria, básica y media en Colombia. Por currículo pedagógico, suelen estar dentro de los varios años de escolaridad que vive un ciudadano colombiano y que forjan el carácter, sus bases cognitivas y la aproximación a temáticas que, a futuro, le servirán para su desarrollo universitario y profesional.

Sin perjuicio de ello, en un mundo hiper globalizado, conectado y dinámico como lo es aquel que habitamos en pleno siglo XXI, en auge por un desarrollo económico, social y digital que avanza a pasos agigantados y en donde la educación ha dado pasos en dirección correcta en su aproximación, representa una gran oportunidad el poder sentarse a pensar, más allá de dichas asignaturas, qué otras pueden y podrían repercutir de manera positiva en la educación de los jóvenes. No se trata de brindar asignaturas por el simple hecho de hacerlo; por el contrario, es intentar materializar una latencia clara, conducente y pertinente hacia lo que el mundo del futuro - que cada vez se aproxima más al presente - demanda y está en búsqueda de.

Expuesto lo anterior, una ligera propuesta en donde se relacionan cinco asignaturas que - quien acá escribe - considera nutrirán y complementarán aquellas que a hoy se imparten y que podrían representar un saldo de calidad importante para el futuro del país y de la sociedad, sin distinguir si se trata de escuelas públicas o privadas, especialmente porque, además de lograr cobertura, el mundo va tan velozmente andando, que plantear nuevas herramientas de educación hará un acoplamiento mejor:

  1. Finanzas básicas para el futuro: nada más diciente que el poder aplicar los principios básicos de la economía, la administración y la vida en sociedad que poder hacerlo a través de la enseñanza de un tema tan complejo como lo son las finanzas personales. El uso del dinero, la inversión, la tranquilidad financiera: temas que, a futuro, harán de la sociedad una con un mayor grado de responsabilidad frente a ello.
  1. Desarrollo profesional: desde la juventud, sería una ganancia máxima - de país - que los jóvenes lograsen tener una educación en desarrollo profesional y proyecto de vida. Convertir, desde temprana edad, en menester el que los jóvenes tengan auto-conocimiento, proyección y perspectiva hacia lo que quieren profesionalmente para futuro.
  1. Principios de emprendimiento, innovación y transformación (con énfasis en el uso de herramientas de tecnología): Emprender e innovar, palabras que suelen tratarse indistintamente para dar significado a la creación. Y sí, tienen que ver. Pero una formación sólida en esto, desde el nivel escolar, haría que, de lejos, el poder creativo en el país creciera y se desarrollaran procesos, productos, servicios y equipos para el desarrollo de la sociedad y el cierre de brechas. La tecnología, además, debe ser un aliado en este frente. Uso de herramientas ofimáticas - como básico - y desarrollo de otros asuntos más avanzados, serán claves para aportar a esta propuesta.
  1. Inteligencia emocional y resolución de conflictos en la cotidianidad: cifras de inseguridad al alza, muchos de ellos asociados con el manejo de la inteligencia emocional en crisis de diferente tipo. Qué bien vendría una oportunidad, desde la escolaridad, para trabajar sobre el particular de una manera consciente, directa y clara, en pro de consolidar redes de apoyo, herramientas de acción y oportunidades de autoconocimiento.
  1. El día a día: A diferencia de las previamente señaladas, no tiene nombre - ni concibe ser - una asignatura de por sí sola. De hecho, mal se haría en volverla como tal. Por el contrario, debería ser un asunto que las instituciones concentren su máximo esfuerzo para con ello. Pensar - y actuar conforme a ello - en que cada día que pasa, es un día menos en la escolaridad y, por ello, la máxima responsabilidad de formar los mejores ciudadanos del futuro. Es, por esencia, su razón de ser y su deber ser.

En resumidas cuentas, cinco propuestas ambiciosas que, aun cuando requieren un desarrollo y una estructuración mayor, darían cuenta de realidades que, a hoy, como jóvenes, estamos llamados a conocer desde temprana edad. No se trata de que se consoliden en el pénsum curricular. Por el contrario, o, mejor, además de ello, se pretende que se conviertan en verdaderos agentes de transformación de sociedad para que, dentro de algunos años, el avance sea notorio. Nada más poderoso que la educación para lograrlo.

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