El hincha de Atlético Nacional que le propinó la brutal golpiza al seguidor santafereño, Edison Romario Ducuara, fue enviado a la cárcel por otra tentativa de homicidio cometida en el 2020. 

Julián Molina, quien había sido entregado a las autoridades por su madre el día después de los incidentes presentados en El Campín, había quedado hasta hoy en libertad, pues no existía una orden de captura en su contra. La orden de arresto que emitió la Fiscalía no estaba relacionada a la agresión que quedó grabada y que se viralizó en redes sociales, sino a otra que cometió hace 8 meses y medio. 

En esa oportunidad agredió a un hincha de otro equipo, esta vez con armas cortopunzantes. La víctima recibió 50 días de incapacidad por parte de Medicina Legal. 

La Policía lo arrestó en la localidad de Usaquén y fue puesto a comparecer ante el Juzgado 15 penal municipal con función de control de garantías. Molina no aceptó los cargos por el delito de homicidio agravado, pero el juzgado consideró prudente dictarle medida de aseguramiento hasta que se esclarezcan los hechos y se de un dictamen sobre la condena que va a recibir.  

Cabe aclarar que Molina aún no ha sido judicializado por el delito cometido el pasado martes en El Campín. Respecto a esto la Fiscalía expresó lo siguiente en un comunicado oficial: "Se establece que, Molina Fonseca, además es una de las personas que estaría siendo investigado por lo ocurrido el pasado 3 de agosto en el Estadio Nemesio Camacho El Campín, donde hinchas entraron a las gradas dispuestas para las familias y golpearon a uno de los espectadore. Por estos hechos, el ente acusador en los próximos días realizará la respectiva judicialización".