El 8 de marzo se conmemora cada año el Día Internacional de la Mujer, proclamado por la asamblea general de las Naciones Unidas en 1979. Esta conmemoración se origina en las manifestaciones ocurridas en el siglo XX, donde las mujeres reclamaban el derecho al voto, mejores condiciones de trabajo y la igualdad entre los sexos.

Este 8 de marzo de 2023, ONU Mujeres y Naciones Unidas se unieron para una celebración con un enfoque distinto. Este año bajo el lema: “Por un mundo digital inclusivo: Innovación y tecnología para la igualdad de género", las organizaciones no gubernamentales buscan dar mayor visión a una consecuencia no tan visible de la brecha de género: el acceso digital.

De acuerdo con ONU mujeres, las mujeres constituyen “solo el 28  por ciento de las personas graduadas en ingeniería, el 22  por ciento de quienes trabajan en inteligencia artificial y menos de un tercio de la fuerza laboral en el sector tecnológico en todo el mundo”. La infrarrepresentación en estos campos representa un obstáculo para la participación femenina tanto en el diseño de la tecnología, como en la estructuración de políticas públicas que busquen cerrar la brecha de género para el acceso a esta.

En temas educativos y laborales la brecha de género es un tema recurrente y según el Foro Económico Mundial, estamos a 135.6 años de lograr la igualdad de género y a 267 años para cerrar el margen de la diferencia salarial, pero en las disciplinas de STEM, que deberían abrir tantas puertas, el panorama no es alentador. De acuerdo con ONU Mujeres la brecha salarial en el mundo de la tecnología corresponde al 21 por ciento y las tasas de promoción son considerables, teniendo en cuenta que solo se ascienden a 52 mujeres por cada 100 hombres.

Una consecuencia de la falta de participación femenina en el desarrollo de la tecnología es que esta no satisface las necesidades de las mujeres y perpetúa estereotipos. Esto se ve evidenciado en que, de acuerdo con un estudio publicado en Stanford Social Innovation Review, de 133 sistemas de IA creados desde 1988 el 44 por ciento presentan sesgos de género, con un 25 por ciento que combina sesgos de género y raciales, perpetuando así violencia de género, estereotipos y desinformación para y hacia las mujeres.

Nos encontramos ante una cadena de sucesos negativos, donde a las mujeres se les ha dificultado el acceso al sector tecnológico y por tanto, a los servicios de tecnología, y el acceso que logran tener resulta limitado o no del todo eficiente. Resolver este tema no requiere únicamente mejoras de infraestructura digital, pues se requiere en primer lugar abrir las puertas a la participación femenina en este sector. Y las puertas que deben abrirse no son únicamente de empresas de tecnología o grandes desarrolladores de software, también deben abrirse las puertas de las aulas para erradicar el problema desde el inicio. El cambio debe darse desde la educación para impedir que nuevamente se le niegue a una niña la posibilidad de participar activamente en el desarrollo o uso de herramientas tecnológicas.

El llamado a conmemorar el día de la mujer, con un enfoque al mundo digital, permite visibilizar un problema que no estaba tan claro en el radar de lo que combatimos como inequidad de género, y a expandir nuestro entendimiento de esta problemática, que tiene un impacto en la información que recibimos de forma digital y nuestro acceso, como mujeres, a la tecnología.