Zuluaga no representa el sentir uribista: Por Jesús Mora

Luego de que se conociera que Oscar Iván Zuluaga fuera escogido como el abanderado para liderar la gesta democrática y patriótica, con finalidad para regir los destinos de esta nación desde la casa de Nariño, las bases uribistas, no solo las pertenecientes al Centro Democrático, sino también los militantes de movimientos y partidos afines, criticaron la elección de este, pues representa una figura endeble y bajos niveles de firmeza.

Las posturas paupérrimas y carentes de gallardía a la hora de contrarrestar el accionar maquiavélico y sentir de animadversión que profesa la izquierda, dejan mucho que decir del candidato presidencial del Centro Democrático.

Además de esto Zuluaga, había estado prácticamente en el anonimato después de perder las elecciones en segunda vuelta con Santos, es así como sus intervenciones fueron nulas en momentos difíciles, donde se vio lastimada la institucionalidad y el respeto a las fuerzas del orden.

Quizás las directrices del Centro Democrático quieran por principio de obsecuencia para con sus militantes imponer y direccionar las fuerzas a Zualaga, pero lo cierto es que, en los alrededores y fuerzas afines existen mejores candidatos que él. Sin duda alguna este malestar interno beneficia de manera directa y proporcional a candidatos como Federico Gutiérrez, Alex Char y David Barguil.

El discurso del candidato del Centro Democrático va impregnado de disparidad y pobre en locuacidad, alardea de ser ungido por el partido oficialista, pero también señala que va a respetar los acuerdos de paz y la farsa de la JEP.

Las posturas de la colectividad frente al show mediático de una supuesta ‘’paz’’ siempre han sido firmes y no han presentado dimorfismo ante el trasegar del crono, por ende, el candidato debería encarnar ese sentir de descontento y tratar enmarcar su proyecto político en reestructurar y organizar dicho acuerdo.

Al igual que muchos Uribistas, soy creyente que en la baraja de candidatos existían personas con mayor carácter de idoneidad, apropiación, promulgación de los ideales, aceptación entre bases y alrededores.

Por ahora resta esperar una gran coalición que sume fuerzas y enmarca el trabajo en dos condicionantes omnímodos salvar a Colombia del ostracismo absolutista que significa la izquierda, por segundo y de carácter mas relevante trazar la ruta de desarrollo que nos permita utilizar las ventajas comparativas y cualitativas que posee esta hermosa tierra.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *