Llegó el invierno: Por Sergio Calderón Acevedo

Sergio Calderón Acevedo
Si usted es uno de los 10’398.689 que derrotó a los 'orcos' el 17 de junio de 2018, ahora tendrá que defender su voto y hacer respetar el resultado.

Columna publicada en Portafolio el 7 de junio de 2021.

Hay quienes creen que el tal Comité del Paro es el verdadero poder negociador en el actual secuestro de las instituciones y de la economía. Se engañan de cabo a rabo. Lo que presencia el país no es un paro sino una toma guerrillera masiva. Está coordinada desde las ‘casas seguras’ en Venezuela, desde la tal minga indígena en el Cauca, y desde un lujosísimo suburbio en Chía. Y el director de orquesta, hasta ahora tapado, parece ser un senador que no legisla sino que se la pasa en audiencias judiciales y en cárceles, fabricando testigos.

Ya lo sabe la inteligencia militar, porque ya fue advertida por las mejores fuentes, que ahora preparan un paro cocalero en el corredor narco del suroccidente, y una masiva marcha de Villavicencio a Bogotá, con 50 mil personas forzosamente reclutadas y pagadas, bajo la amenaza de que sus tierras serán arrasadas y sus familias asesinadas si no participan en la caminata.

Este ejército de zombies, salidos del tal ‘gualking dit’, como dice uno de sus líderes, y de caminantes blancos y camuflados, comandados por el rey de la noche Márquez, no vendrá del bosque encantado de Winter, sino de la extensa altillanura, donde se vive un calor asfixiante. Tienen ínfulas de campaña libertadora, pero no pasarán el páramo de Pisba porque les da pereza acampar.

No vienen en dragones ni tienen poderes sobrenaturales. Vienen amparados por la estrategia de disfrazarse de ‘pacifismo’, cuando en realidad desconocen la ley y atacan físicamente a quien les ponga resistencia. Queman policías y asesinan bebés en ambulancias, mientras su oficina de relaciones públicas, en el 350 de la dorada Quinta Avenida de Nueva York difunde videos, fotos y audios editados, que los hacen ver como inocentes víctimas de Bojayá, donde en el pasado borraron al pueblo del mapa, en una de sus peores masacres.

Piensan llegar a Bogotá y bloquearla, en un sitio que hará parecer al de Sarajevo una aventurilla. Apostarán sus francotiradores en las torres que ocupen. Esperan dar un golpe de Estado, pidiendo la renuncia del Presidente de la República, antes de que los arrinconemos en las elecciones de 2022. No nos quieren permitir llegar a marzo, porque saben que allí serán derrotados y que su torpeza política hará que ganen los candidatos con el discurso de la legalidad y el orden. Y cantan, por orden del foro de sao paulo, su himno de odio, el tal “Vals del Obrero”, que dice “sí señor, sí señor, somos la revolución, tu enemigo es el patrón”.

Si usted es uno de los 10’398.689 que derrotó a los 'orcos' el 17 de junio de 2018, ahora tendrá que defender su voto y hacer respetar el resultado. Antes de que llegue la larga noche, hágase a su versión de un arma de acero de valyrias, porque hay que defender la democracia, maestro.

Sergio Calderón Acevedo
Columnista Portafolio

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