Colombia es como la película Alicia en el país de las maravillas, todo funciona al revés. Lo que está bien hecho, o medianamente bien, lo cambian y lo que no funciona lo premian. No es un secreto, que Colombia está ahogada por su inequidad, pobreza, inseguridad, mal sistema de transporte y por su infinidad de partidos políticos, 16 para ser exactos, que al final solo dividen al país. Aunque cada gobierno ha tenido sus aciertos y desaciertos, los casi seis meses que llevamos con Gustavo Petro en la casa de Nariño solo ha generado discusiones y controversias, llevando a cabo más desaciertos que aciertos.   

Gustavo Petro, ex militante del M-19, fiel enemigo de la derecha, hoy por hoy, está en la casa de Nariño porque supo hacer su campaña política, supo endulzar los oídos a los jóvenes con promesas. Hasta la fecha, su gabinete se compone de gente inexperta, salvo contadas excepciones como Alejandro Gaviria, Cecilia López, José Antonio Ocampo y Sandra Milena Urrutia. El presidente ha hecho caer la economía del país y ha puesto en pedestales a los que más daño le han hecho a este país.

En su época, el expresidente Álvaro Uribe Vélez, utilizó el miedo como campaña política, haciendo un llamado a acabar con los grupos al margen de la ley, a sabiendas que el miedo uno de los sentimientos más poderosos de los colombianos. Sin embargo, en el caso de Gustavo Petro, su campaña se basa en el cambio de ideología política, de traer nuevas caras al gobierno con nuevos acercamientos. Aunque Petro es una persona inteligente, no sabe hacer llegar sus mensajes al pueblo.

Entre las acciones más polémicas están; sacar a los jóvenes, gestores de paz, que fueron integrantes de la Primera Línea de la cárcel, dándoles un millón de pesos mensuales cuando no han pagado sus delitos. Nombrar como ministra de TIC a Mery Gutiérrez, accionista de Programar Televisión S.A, compañía que demandó a la nación por 45.000 millones de pesos. Proponer eliminar las EPS y que el estado controle todo el sistema de salud. Amenazar a la capital retirando el apoyo financiero al Metro en caso de que no se adopte sus ordenes. Apoyar a Irene Vélez, ministra de minas y energía, cuando dice que no se firman nuevos contratos de exploración de petróleo, o cuando entrega un informe con cifras inexactas de reservas de hidrocarburos.

¿Petro está cumpliendo con el cambio? Claro que sí hay cambio, pero no de aquel que nos haga crecer como país. Este señor quiso llegar al poder haciendo y deshaciendo pero la realidad es que hasta dentro de su propio gabinete no se entienden.¿Cómo se supone que el pueblo lo va a entender?