Difícilmente al legislativo de esta República, llegará otra mujer como la cordobesa, Ruby Chagüi. Ejemplo fidedigno de constancia, heroina en la lucha por enarbolar la bandera de equidad y restablecer los derechos de la mujeres.

El retiro de Chagüi en mi entender político, se da en el momento menos indicado, un Centro Democrático golpeado por el entramado de infamias alrededor de la imagen del expresidente Uribe, una izquierda férrea y encaminada a construir unanimismo, los cuales destruyen y enajenan el principio de libertad y diversidad ideológica, bajo los cuales se edifica la democracia.

La serenidad, humanismo y elocuencia que acompañan el discurso y actuar de Ruby, harán mucha falta en lo oposición, más aún cuando en estas instancias, el oficialismo acapara una amplia gama de figuras visibles en el espectro político nacional.

Es tarea de los simpatizantes y cercanos a Ruby, rodearla y alentarla a continuar en la senda democrática por la cuál viene transitando, su misión claramente es reverdecer el sentir patrio en la región, para que luego aflore la verdadera democracia.

No logro ver con claridad, el nuevo episodio en el que veremos a Chagüi, la certeza está en, que donde quiera que esté le hará bien a la patria. Por lo pronto sería bueno que afiance diálogo con figuras como Maria Fernanda Cabal, Paloma Valencia u Holguin, que se convierta en ojos y oídos de ellas en las regiones, para que éstas transmitan el mensaje en legislativo.