Reseña Silver Linings PlayBook: Representando la vida misma. Por: Pedro José Villa López

Escrita y dirigida por ​​David O. Russell

Esta es la primera vez que me embarco en la escritura de una reseña o artículo sobre una película. Realmente, es díficil enfrentarse al reto de describir lo que podemos o no ver en escenarios que parecen naturales pero fueron perfecta o imperfectamente imaginados por alguien más. Y claro, ahí reside la magia de muchos filmes: permitir que nos sintamos identificados con las vivencias de cada uno de los personajes de la historia, permitirnos algo de humanidad al reconcerla en la historia que estamos viendo. Es precisamente eso lo que encuentro cada vez que veo esta película. 

Debo ser honesto, y es una de mis películas preferidas. Así que, sí, admito que estoy sesgado. En esta película actúan algunos icónicos y respetados actores que para el año 2012 (año de su estreno) se encontraban revelando varias de sus facetas más interesantes: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro (con su última revelación The Irishman, 2019), entre otros actores y actrices. 

La historia

En un primer momento, la historia revela la importancia de la salud mental, lo crítico que es cuidar de esta, pero al mismo tiempo, lo cotidiano que puede ser el enfrentarla, al punto de mostrar cómo cualquier persona (en la película, Pat Solatano) puede cambiar su vida luego de un episodio relacionado con su bipolaridad, que en principio, es difícil de entender cuando muestran que lo que origina el episodio fue el descubrir a su esposa Nikki siéndole infiel, al tiempo que escuchaba la canción de su noche de bodas. 

Posteriormente, se centra en el enfrentamiento, un tanto dramático que tiene Pat Jr. Solitano, luego de salir del hospital de salud mental con Tiffany Maxwell, quien a pesar de no sufrir algun trastorno, se encuentra atravesando un valle profundo en el camino de su vida pues ha perdido a su esposo en medio de una crisis matrimonial justo despues de luchar por su matrimonio, este fallece de manera casi absurda, pues es atropellado mientras realiza el cambio de una llanta. En este punto Tiffany encuentra apoyo emocional en múltiples encuentros ínitmos con sus compañeros de su trabajo, y entra en un ciclo autodestructivo a nivel emocional, personal y profesional pues es despedida. ¿Cuantas personas no se han sentido como Tiffany? ¿nos responsabilizamos lo suficiente de este tipo de situaciones? ¿sería lógico culpabilizar a alguien? Son las preguntas que nacen de este conjunto de escenas.

De esta menra, el confrontamiento se torna tan interesante, que la filme enfrenta las dos situaciones y a los dos personajes: ¿quién tiene mayor nivel de “locura”? ¿hay un nivel de “locura” aceptable? ¿es la promiscuidad producto de un dolor emocional? o ¿una decisión condenable? ¿la bipolaridad y sus efectos es entonces algo peor o mejor? Estas son preguntas que francamente nunca deben ser respondidas desde la moral, pues sencillamente se desconocería la profundidad de las cuestiones que se desarrollan en estas escenas, ejemplificando situaciones de absolutamente cualquier ser humano. Pero en cualquier caso, no, no existe algo peor o mejor, se trata simplemente de la responsabilidad afectiva propia, y el reconocimiento de lo que se siente para enfrentarlo, y es así como Tiffany en una escena le deja claro a Pat que nunca se sentiría avergonzada pues se ama tal cual es, y le muestra, como a pesar de estar atravesando un momento supremente dificil, se siente completa y suficiente con quien ella es, incluyendo todos sus errores. ¡Increíble escena contra el dedo de la moralidad!

La obra cinematográfica es clara: Pat busca reconciliarse con su pasado y, para hacerlo, se enfoca en denominar su nuevo presente excelcior. Esto significa que todo el esfuerzo eventualmente lleva a que la vida nos otorgue el derecho a recibir silver lining (esperanza o rayo de luz). Por esta razón su compromiso es total y asiste a terapia, toma sus medicamentos para contrarrestar el trastorno bipolar, lee los libros que Nikki, quien es profesora, entrega en su plan de estudios a sus alumnos, hace ejercicio y reconecta con su familia y los amigos que le quedan. ¿Acaso nunca hemos sentido que si cambiamos, podremos recuperar a esa persona? ¿Demostrarle que sí eramos capaces de ser mejores? 

Es impresionante el peso que la bipolaridad puede tener en la percepción que las personas tienen de la vida de las personas, de los proyectos, de las oportunidades. Es en efecto lo que Pat está enfrentando, cuando un día siente que podrá recuperar a Nikki, y al día siguiente la realidad de no estar con ella lo empuja a buscar recuerdos, momentos, videos de su boda para sentir que aún tenía una oportunidad. Es casi como los conflictos emocionales de la adolecencia, metida en todos los pensamientos y sentimientos de un hombre de más de 30 años.

Cuando se enfrentan estas situaciones en la vida, se suele decir “puede ser”, “la vida da muchas vueltas”, “hay que esforzarse y esperar lo mejor” frente al mundo de pensamientos que ocasionan las rupturas amorosas. Pero ante esta sobremocionalidad, es claro que Pat está desesperado por encontrar el camino de su vida. (Perdió su trabajo, su casa y su vida en pareja). Es sencillamente desesperante ver a una persona en este estado, pero al mismo tiempo, es el momento perfecto en el que una persona puede reinventarse, reconocerse y decidir qué caminos está dispuesto a seguir. ¿La buscará? ¿La esperará mientras ella lo perdona? 

¿Por qué escribo todo esto y no llego a un punto específico? Porque la sensibilidad de la película simplemente lo hace imposible. Pero me arriesgaré a dejar tres cosas claras.

En primer lugar, somos seres humanos, con problemas, con una vida lo suficientemente corta para permitirnos no corregir nuestros errores, primero por nosotros y luego por las personas que amamos y que nos aman. Esto es lo que nos enseña en primera vuelta esta película. Luego del choque entre Pat y Tiffany por la superioridad moral, la historia se centra en los esfuerzos que Pat, tras llegar a un acuerdo con Tiffany, hace para demostrarle a Nikki que es un hombre diferente. Inician entonces ambos un proceso de clases de baile juntos y Pat practica con ella al tiempo que comparte tiempo con su familia, y lleva a cabo todas las demas actividades para su salud mental y física ¿el objetivo? que Tiffany pueda comunicarse con Nikki entregándole correspondencia, para que ella pueda entender y leer los cambios de la persona que la ama (Pat), y Tiffany podrá participar con Pat como pareja en un concurso de baile. En este punto el miedo que se siente es el mas lógico de todos: ¿si Pat cambia y Nikki no lo quiere así, qué sucederá con Pat? 

En segundo lugar, es fundamental reconocer la importancia de las decisiones positivas que toman las personas en momentos tan dificiles de su vida. Al final del día, independientemente de lo que suceda con el objetivo principal (para Pat era Nikki), si se ejecutan esos actos tendientes a mejorar nuestra salud física, mental y emocional, cualquier cosa es posible (o practicamente todo). La pregunta se mantiene para pat ¿es Nikki una posibilidad? Sí y no.

En tercer lugar, esa toma de decisiones conscientes llevan a la persona a mejorar, a crecer. Está claro. sin embargo, el momento más impactante de la película se presenta cuando, llegado al momento final, últimas escenas, Tiffany y Pat están en el concurso de baile, la familia de ambos presentes. Y sorpresa: Nikki asiste a ver a Pat, ¡Nikki desea darle una oportunidad a su matrimonio, a su relación! es lo correcto, ¿verdad? pues sencillamente lo que la película nos dispara en este momento es que Pat tiene la oportunidad de escoger. Y de eso se trata su silver lining, escoger lo que su corazón le diga. Y para la sorpresa de todos, escoge a Tiffany quien, durante todo este tiempo ocultaba el interés y amor que había desarrollado y construido por Pat. 

Escoger, de eso se trata. Si hacemos las cosas bien, es posible que la vida misma nos permita escoger. No significa que esas personas, trabajos, proyectos o momentos no sean una buena elección si ya hemos superado los traumas del pasado, porque en efecto, pueden ser una gran elección, pero ahí radica la magia de esta película y de la vida misma: cuando llegue el momento, sabremos escoger. El camino de todos es diferente, y tal vez esa oportunidad que parecía perdida valga la pena y sea lo que realmente nos impulse, nos haga vibrar, o no, como fue el caso de Pat, quien escogió un nuevo camino al final, pero siempre y casi sin excepción, la respuesta estará en nuestro interior, la elección es nuestra.

Entonces no sé si esta reseña y el análisis de la película y de sus momentos más estelares sea un poco confusa, sobre todo si el lector no ha tenido la oportunidad de verla (por favor hágalo). Empero, la relación que tenemos con nuestros objetivos, sea por sanar o por alcanzar el éxito debe ser una relación como la que nos muestra esta obra, de esfuerzo, de pasión, de gratitud y sobre todo, reconociendonos completa y totalmente. Sin esto, no tendría sentido. ¿Y sabe algo querido lector? Tal vez no importa si la motivación es su padre, su madre, el amor de su vida, o alcanzar la cima corporativa, pues al final, siempre tendremos la oportunidad de tomar una decisión: la de elegir. Y es por eso mismo, es que nunca debemos dejar en el camino aquello que nos acompaña, aquello que nos hace vibrar, que nos cultiva, sin que eso sginifique menos disciplina y/o menos compromiso con la meta o con el cambio. 

Definitivamente esta es la primera de muchas reseñas que me aventuraré a escribir, pues estoy en ese proceso, en un constante cambio. Y prometo darle más importancia a la escenografía, los actores, la banda sonora y los premios de las películas. Hoy…hoy solo quise aprovechar para expresar lo profundamente identificado tal vez, o inspirado, puede ser…que me siento, después de ver esta película por quinta o sexta vez. Tal vez sea hora de buscar, comprar y leer el libro que inspira esta película.

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