Querida Toyota no me importa su afán. Por: Elena Angel

No me interesa que usted tenga mucha plata, necesite 4 Toyotas blindadas y 3 policías que lo escolten para que paren todo el tráfico porque tiene muchas ganas de ir al baño. De la misma forma que todos estamos en las vías para llegar a algún lugar y tenemos que tener paciencia con el tráfico, usted, sus escoltas y su chofer también tienen que tener paciencia. El problema es que el que infringe la norma es el Policía que va detrás controlando el tráfico, cuyo personaje debería ser el que impone las reglas y hacer seguir el orden. Una vez más vivimos en el mundo al revés.

El Código Nacional de Tránsito afirma que ningún vehículo blindado o motocicletas de escoltas tienen permitido bloquear el paso por las vías ni desautorizar un semáforo en rojo. Los escoltas de servicios de vigilancia no tienen las facultades o los derechos para controlar el tráfico y jugar a las barbies convirtiéndose en agentes de tráfico. Los únicos capacitados y respaldados por ley para alterar el tráfico son el Ministerio de Transporte, los gobernadores y alcaldes, los organismos de tránsito de la ciudad, la policía, las fuerzas militares y la superintendencia General de Puertos y Transporte. Solo ellos.

¿Por qué tengo que parar en mitad de una vía para darle el paso a una persona que se cree superior en las vías por tener escoltas? No tengo porque. Sin embargo, muy pocos se atreven a evitar darles el paso o a decirles cosas por el simple hecho de que hay un policía detrás de ellos. ¿Por qué cuando se supone que la Policía debe hacer cumplir las reglas son ellos mismos los que las incumplen? ¿Por qué tienen que afectar la vía de los demás para llegar más rápido a sus actividades? ¿Bajo el permiso de quién?

El único que tiene la potestad de bloquear el paso en las vías es el presidente de la República. Además que uno reconoce la caravana del presidente porque viene acompañado de una ambulancia y en uno de los carros tiene un francotirador. Entonces no vengan a decir que todos los que paran el trafico es porque tienen al presidente adentro. Ni el ministro, ni embajadores, ni la alcaldesa tiene esa potestad, ¿entonces porque unos nuevos ricos con afán si lo van a hacer?

A Luis Carlos Sarmiento Angulo, o a su conductor o a su policía al mando, le pareció una buena idea usar el carril exclusivo de Transmilenio, porque claro es normal que este tipo de cosas pasen en Bogotá. El Secretario de la alcaldía de Bogotá, Daniel Mejía, afirmó que el esquema de seguridad de Luis Carlos Sarmiento debe entender que no puede detener el tráfico y menos intimidar a otros vehículos. Y como Sarmiento hay muchos más casos, el problema es que nadie los evita porque quien les siguen el chistesito es la ley. Señor dueño de camioneta blindada seguido de un policía, poco me importa la cantidad de plata que usted posee, o las ganas de llegar rápido a su almuerzo, o las ganas de hacer pipi rápido o las ganas de llegar rápido a recoger a sus hijos. Lo invito a que salga con más tiempo de anterioridad o que aprenda a usar las vías como el resto de los mortales lo hacemos. Su plata o su poder déjelos en su casa.

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