Petro, la roya que amenaza al país cafetero. Por: Jesús Mora Diaz

Históricamente Colombia ha sido una nación reconocida a nivel internacional, gracias a la excelencia y distinción del café que se produce en sus tierras, cultivo que le permitió al sector rural un boom multisectorial, puesto que las divisas correspondientes a las exportaciones permitieron la diversificación de actividades económicas y tecnificaciones del renglón agro. Pero este buen momento fue opacado por factores externos y una plaga, la Roya.


Hoy la roya cambio de piel o más bien, hizo uso del metamorfismo, ahora se denomina Gustavo Petro y llega valiéndose de un plus, pues en esta ocasión no afectará solamente al sector caficultor, se extenderá mucho más, su radio de incidencia seria multisectorial y de índole nacional.


Los colombianos no podemos darle cabida a una plaga de esta magnitud, Petro es una amenaza inminente para todos los sectores productivos, agente limitante de la democracia, imagen fidedigna del absolutismo, limitante y desmoralizador de las fuerzas del orden, pero sobre todo sujeto enajenador de nuestras libertades.


El método más efectivo para combatir esta peste, está enmarcado en la simplicidad solamente debemos sacar a relucir el sentir patrio, votar con lucides mental, borrar cualquier relicto de odio entre clases, pues de este último se han valido para generar una línea divisoria entre colombianos y atacarnos de manera diferencial con ese discurso populista, atractivo al oído pero alejado de la realidad de esta nación.


Mientras exista un soplo de patriotismo sobre la humanidad de algún colombiano, la izquierda nauseabunda deberá procrastinar sus ansias de deteriorar la institucionalidad. para que la roya no tenga efectos sobre nuestra democracia, debemos abonar en materia de seguridad, infraestructura, cohesión social, innovación y alentar los proyectos empresariales de jóvenes, con estos flancos blindados a la guerillerada le queda muy difícil permear cualquier estamento.

Que la roya no nos coja por sorpresa, por eso debemos hacerle frente con el voto, respaldemos candidatos con hojas de vida prístinas como Federico Gutiérrez, Enrique Gómez o Jhon Milton hombres que han endilgado su vida al servicio sin machas delictivas o corruptas. Esta vez no está solamente en juego el café, está en juego Colombia, no podemos dejar el estado a merced de corruptos, paramilitares o corruptos quienes son las figuras más dicientes que acompañan al candidato del mal.

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