La gran toma guerrillera: Por Jesús Mora

Hoy, la izquierda (guerrillerada), no pretende tomarse un municipio lejano de la geografía nacional para reducirlo a ruinas y convertir sus calles en ríos de sangre inocente a punta de cilindros bombas, morteros y granadas como acostumbraban. El modus operandi debió ser replanteado por la puesta en marcha de la seguridad democrática.

No, en estos tiempos, actúan con un proceder de índole ‘’camaleónico’’, imperceptible para aquellos que tienen sus ojos cegados, y la memoria atrofiada a raíz del adoctrinamiento de sindicatos que limitan la democracia y rinden pleitesía, sin importar el dolor que han causado estos grupos a centenares de víctimas en todo el país.

La gran toma guerrillera no tiene lugar por estos días únicamente con fusil, sino también sembrando odio entre clases sociales, incentivando el vandalismo, los bloqueos y saqueos. Con propaganda sucia, pretenden manchar y desprestigiar las fuerzas del orden constitucional. Incentivan a atacar la infraestructura, los bienes públicos y privados. Todo esto con el beneplácito y financiación de los camaradas como Gustavo Bolívar.

El Pacto Histórico, no es más que la reagrupación de esas células helenas que estaban dispersas. Prueba fiel es el anuncio de la candidatura de Piedad Córdoba al Senado con el aval del pacto, quien sabemos, tiene vínculos directos con la guerrilla, el régimen de Venezuela y la izquierda boliviana, tanto así que el 23 de septiembre en medio de un evento, donde se hará oficial su candidatura, contará con la presencia de Evo Morales.

A sabiendas de lo vivido en la historia, el acontecer en países vecinos como Venezuela, donde se desarrolla un modelo político que ha denigrado la que fuera hace algunos unos años la economía más sólida de la zona, reduciendo el país a miseria, hay personas como Gustavo Petro que señalan que el modelo venezolano es un ejemplo y Chávez es un Mártir.

Aunque la guerrilla este cambiando su escenario, el objetivo siempre será el mismo, llegar al poder y para eso se hará valer del terrorismo, de arremeter contra la fuerza pública, adoctrinar falsamente y financiarse por medio del narcotráfico. La única manera para salvaguardar los valores democráticos y no poner en riesgo nuestra institucionalidad es cerrándole las puertas a estos lobos disfrazados de ovejas. Lo vivido en el paro nacional es el tráiler de lo que le espera a Colombia si se equivoca en las urnas.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *