Es difícil comprender cómo un país que produce alimentos para más de 300 millones de personas tiene a un gran porcentaje de su población pasando hambre. Como el país con el mayor PIB per cápita a principios del siglo XX hoy en día tiene la pobreza en niveles del 50%  y como el país a donde tantos Europeos querían llegar  para escapar del hambre y de las guerras para tener una posibilidad de mejor vida hoy en día es un país donde la mayoría de sus jóvenes quieren salir por la falta de oportunidades.  La historia de la Argentina es la historia de un país el cual vive su historia reciente en medio de la devaluación , la inflación y la posibilidad de default. En el plazo de ochenta años Argentina triplicó el tamaño del estado y para asombro de muchos duplicó la cantidad de pobres. 

Desde hace mucho Argentina se volvió un país donde solo progresan los políticos. Los empresarios son ahogados por una presión fiscal asfixiante y los asalariados ven cómo cada vez su capacidad adquisitiva se esfuma debido a la inflación. En 2015 cuando Mauricio Macri ganó las elección muchos creyeron que se venía una etapa de cambio y reformas. Sin embargo , Macri fracasó en transformar Argentina en un país más amigable para las empresas. Los años de Macri fueron una completa decepción para los que querían ver un cambio en Argentina.  

En el año 2017 un economista con un peinado de cantante de rock aparecía en los canales de televisión anticipando un desastre económico y como Macri en menos de un año se iba a ver obligado a negociar con el FMI. Al economista lo tildaban de loco e incendiario, sin embargo,  un año más tarde cuando se jugaba la final más importante en la historia de la Copa Libertadores ahí estaba Macri sentado junto a Trump pidiéndole apoyo con el  fondo Monetario Internacional. El pronóstico de Milei fue acertado y desde ese momento se volvió una voz autorizada para hablar del estado de la economía Argentina. Milei se convirtió en un héroe para muchos jóvenes Argentinos que cansados ante la falta de oportunidades abrazaban las ideas de libertad económica mientras pedían desesperadamente un cambio.  

La semana pasada en las elecciones legislativas Milei confirmó que es la tercera fuerza política en la ciudad de Buenos Aires. Siendo una figura completamente ajena a la política estuvo muy cerca de empatar al candidato del kirchnerismo. El descontento que los Argentinos sienten con la clase política cada vez es mayor. Pasaron veinte años desde que miles de Argentinos cantaban  “que se vayan todos y no quede ni uno solo” a grito herido a las afueras de la casa rosada en 2001 sin embargo , pocas cosas han cambiado en Argentina desde esa famosa crisis de 2001. Las propuestas de Milei son principalmente dos; no crear nuevos impuestos y no subir ninguno de los existentes. “Antes de subir un impuesto me corto brazo”  llegó a afirmar Milei para dejar claro cómo quiere que su país vuelva a ser amigable para aquellos que quieren emprender y generar riqueza. 

Milei es muy crítico de la casta política Argentina. Esa casta de la que ahora es parte y con la que ahora le va a tocar convivir. Con su estilo tan particular que combina el temperamento de un ex arquero de Chacarita con la rebeldía de un ex cantante de Rock, Milei ahora representa a un sector de jóvenes Argentinos que tienen un gran nivel de idolatría por él. Lo que antes era un fenómeno en las redes sociales que se hacía famoso por frases controversiales ahora se convirtió en un diputado con el 17,06 por ciento de los votos, algo completamente impensado para alguien que nunca ha estado involucrado en política.  

Milei representa una nueva esperanza para un sector de la población Argentina que está cansada de ver que un país que produce alimentos para todo Latinoamérica tiene problemas de hambre. Para aquellos que están cansados de ver las mismas políticas de control de precios , aranceles y impuestos causar desastres económicos. Ojalá con Milei Argentina de los primeros pasos para  volver  a ser ese país que recibía Europeos que iban en busca de una mejor vida. Ojalá vuelva a retomar las ideas de la constitución de 1853, deje de lado todas las enseñanzas del general Perón y de Evita  y vuelva a retomar las ideas de Alberdi con las que hace mucho tiempo fue próspera.