El inefable odio que profesan algunos políticos sobre la ganadería: Por Jesús Mora

Es de carácter imperativo esclarecer a la opinión pública, el sentir de animadversión que venden políticos y activistas de la izquierda colombiana acerca de la ganadería, pretendiendo tejer un manto calumniador, discriminatorio y así cubrir por completo la loable labor de quienes realizan esta actividad.

La izquierda instiga el odio hacia la ganadería, promulgando falacias sin determinar el daño que esto genera a la actividad. Los ganaderos han sido víctimas del conflicto armado en Colombia, luchadores contra el abandono estatal al cual venían siendo sometidos, pero sobre todo jalonador de la economía, garantes de la seguridad alimentaria y a raíz de los elementos axiológicos característicos y quizás endémicos, de quienes practican esta actividad han hecho que se convierta también en un elemento cultural.

La perspectiva de antipatía, por de lideres de izquierda hacia la ganadería se muestra en su esplendor, queriendo estos hacer ver a la actividad como único y principal agente desforestado en la Amazonia colombiana. Si bien es cierto la ganadería, como cualquier otra actividad antrópica tienen un impacto negativo sobre el medio ambiente, pero es de aclarar también que la incidencia negativa, no tiene tanta notoriedad como otras. Además, es de anotar que agremiaciones como FEDEGAN, en cabeza de su presidente, José Félix Lafaurie implementan estrategias y mecanismos de explotación ganadera mas amigables con el medio ambiente como los sistemas silvopastoriles.

Negar la problemática ambiental que existe en la Amazonia colombiana, seria muestra de megalomanía, pero claramente se debe mencionar que el culpable que señalan los agentes mesiánicos de Petro, es una idea alóctona a la realidad. La verdadera causa, de la perdida de mas de 171 mil hectáreas de selva en 2020, se debe en realidad a la ampliación de las fronteras de los cultivos ilícitos, prueba fidedigna es el crecimiento exponencial del área sembrada en coca en Colombia, en 2020 se registran 245 mil hectáreas, mientras que en 2019 se tenia registro de 212 mil. 33 mil hectáreas es una cifra nada despreciable, que sin duda no se le puede adjudicar a la ganadería.

Así como este, han sido muchos los señalamientos del hampa izquierdista contra el gremio ganadero, es de recordar aquella propuesta de una concejal Bogotana, la cual pretendía desincentivar el consumo de carne en la capital, claramente una iniciativa sesgada, desalentando la economía y generando odios, sentimientos que abandera el gamonal de la Colombia Humana, partido al cual pertenece la concejal Susana Muhamad.

Quiero hacerles saber a esos políticos y líderes, que, al atacar y denigrar la ganadería, también lo están haciendo sobre quienes, en cada madrugada, ordeno, canto de vaquería y demás quehaceres, están apalancando el 9.1% del PIB nacional, el 20 % del PIB del sector agropecuario, el sustento a más de 500 000 familias colombianas que devengan su sustento de este renglón, según cifras del Ministerio de Agricultura 2018, lo que nos da por entendido que representa el 7% de los empleos totales en el territorio nacional.

Atacar la ganadería causa ostracismo y rechazo de la sociedad al campo, genera desempleo. Por qué en vez de señalar a este Pilar de la economía como agente contaminante, mejor contribuyan al impulsar los sistemas silvopastoriles y ganadería sostenible.

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