¿EL CAPITALISMO ES MORAL? Por: Cristian Romero
“No es por la benevolencia del carnicero, del cervecero y del panadero que podemos contar con nuestra cena, sino por su propio interés”.
–Adam Smith”
Vemos que a la fecha todavía se sigue cuestionando la eficacia del capitalismo en nuestra sociedad, los políticos de varios espectros ideológicos siguen con su discurso populista de culpar al capitalismo de todos los males que pasan, de tal manera que para plantear las alternativas de solución debemos dejar de un lado este modelo y hay si podremos ver el progreso.
Si de algo estoy de acuerdo con el razonamiento anterior, es que, si debemos cambiar el modelo, pero por un modelo mas libre, mas capitalista. Si bien es cierto hoy por hoy hay cierta libertad para hacer negocios estipulada por nuestra carta magna en su articulo 333, el cual nos dice que la actividad económica y la iniciativa privada son libres, dentro de los limites del bien común. No nos podemos llamar un “país capitalista”, pues esa ultima parte “dentro de los limites del bien común”, se ha encargado de entorpecer la primera “son libres”.
Para analizar esto hay que realizar une estudio detallado del contexto político y económico colombiano, desde la entrada en vigencia de la norma superior (Constitución política de 1991). Y ver que no es tan fácil hacer uso de esa primera parte del articulo 333 de la C.P, pues es evidente que en Colombia no es ni ha sido fácil hacer negocios, ni mucho menos crear empresas, ni mantener un bien por mucho tiempo. Esto es debido a la cantidad de trabas que pone el gobierno, ya sean por medio de impuestos directos o indirectos, o por medio de leyes que impiden el funcionamiento natural del libre mercado en Colombia. La segunda parte anteriormente citada del articulo constitucional ha sido usada, como excusa para repartir caridad por parte de los mandatarios a ciertos ciudadanos con interés netamente individuales, muchas veces abanderados de unas causas que pueden ser consideradas morales, pero que a la larga se convierten en una carga para el sector productivo del país, (el sector privado), ya que lo políticamente correcto no puede ser mas importante que lo realmente correcto, y ente caso lo realmente correcto no es usar el dinero de los contribuyentes, (extraído por medio de impuestos), para dar caridad (subsidios).
Actualmente podemos ver en las políticas del gobierno del primer mandatario Gustavo Petro, atacar directamente al sector productivo del país, (empresas, contribuyentes, inversores), para financiar sus programas sociales a ciertas poblaciones, (como los subsidios a presidiarios, establecidos en la ley de sometimiento) y en muchos mas ejemplos que nos ha dado este gobierno, demostrando que para ellos, de cierta manera los malos son los primeros (el sector productivo).
He aquí donde desarrollamos la primera incógnita de este texto, pues se ha construido un pensamiento en los ciudadanos de gran parte del país, que los malos del paseo son los “capitalistas” (mal llamados) por ende el capitalismo. Que por culpa del capitalismo no podemos ayudar a personas que están en ciertas condiciones y por índole este es inmoral. Lo cual no hay nada de cierto en esto, porque primero como se planteo anteriormente no estamos en un verdadero capitalismo, y segundo si en algún momento bienaventurado llegásemos a estarlo, tampoco seria culpa de este dichas problemáticas.
Como se acabo de mencionar gran parte de personas creen que el capitalismo de libre mercado es egoísta, incluso inmoral. Argumentan que se trata de solo codicia, de hambre por el dinero y de poder; que ayuda a los ricos y hunde a los pobres.
Pero lo que es realmente correcto es que el libre mercado no sólo es un modelo económicamente superior, sino que es moralmente superior a cualquier otra forma de modelo político, económico. Esto es simplemente porque el libre mercado requiere acciones voluntarias entre individuos. No da lugar a algún tipo de coerción. En un país con un modelo realmente capitalista, si alguien quiere algo de ti, tiene que hacer algo por ti.
Veámoslo en un ejemplo: digamos que Carlos le corta el cabello a Andrés, y Andrés le paga $ 10.000, Carlos después con ese dinero va donde el carnicero y le pide tres libras de carne, el carnicero va a acceder a darle las tres libras de carne por los diez mil pesos, este valoro mas los diez mil pesos que sus tres libras de carne, y Carlos valoro mas las tres libras de carne, que sus diez mil pesos. Todos ganan, y ganan no por codicia sino por servir a su prójimo. Piénsese en el dinero que se ha ganado como certificado de rendimiento. Es la prueba de que ambos han servido a su prójimo. Es la prueba de que han aportado algo a la economía; ya sea un producto o un servicio.
Los políticos y las personas que están en contra de las ideas de la libertad acusan al libre mercado de no ser moral porque dicen que es un juego de suma cero, como el póker, en donde si uno gana, quiere decir que otro tuvo que perder. Pero verdaderamente el libre mercado no es un juego de suma cero.
En un Capitalismo, la ambición y el esfuerzo voluntario de los ciudadanos, no del gobierno con sus políticas, impulsa la economía. Es decir: la gente, a lo mejor de su capacidad, dando forma a su propio destino. Es un sistema bastante moral para mí.
¿Pero que pasa con las grandes empresas?, que de entrada fue lo que pensó el legislador al momento de redactar el articulo 333, ¿No tendrán demasiado poder sobre nuestras vidas, por su posición en el mercado?, realmente no en un libre mercado. Y es porque en un libre mercado son los ciudadanos, quienes deciden el destino de las empresas a las cuales les van a dar su dinero.
El capitalismo castiga a una corporación que no satisface a los clientes o no utiliza los recursos eficientemente. Las empresas que desean prosperar, grandes y pequeñas, son responsables por satisfacer a las personas que confían en su producto o servicio, cada día con su dinero. Y, nuevamente, es el gobierno, y solo el gobierno, quien puede interferir en este proceso y evitar que las fuerzas del libre mercado protejan a los consumidores de empresas corruptas e ineficientes. Es por eso que en un sistema capitalista sólo puede funcionar si hay gobierno limitado, para que no interfiera en ello. Y un gobierno limitado significa que cada ciudadano decide qué empresas sobreviven, no un político, que en últimas son las que brinden el mejor servicio con buena calidad y buen precio.
Así que no, no estamos en un modelo capitalista, como cita el primer mandatario Gustavo Petro y toda su bancada de congresistas, y tampoco se puede argüir que el capitalismo es inmoral. Todo lo contrario, lo que realmente necesitamos es acercarnos a ese modelo exitoso, que ha traído prosperidad donde quiera que se haya implementado realmente.

Buena tesis, estoy de acuerdo
Así es!!
El artículo 333 es más extenso, debe haber un estudio muy puntual