Una fiesta a la que Colombia no está invitada. Por: Laura Valencia

Laura valencia

Esta semana se celebró el día de la libertad de prensa, el 3 de mayo para ser más exactos. Tristemente, en Colombia más que celebrar, se debe conmemorar a todos los y las periodistas que han sido asesinados haciendo su labor. Con el conflicto armado que atormenta a nuestro país y las maquinarias políticas que buscan controlar la información, se abre el espacio para que la censura y el silencio se apodere del periodismo colombiano. De los 994 municipios que identificó la FLIP, hay 578 en silencio, o sea, sin medios de comunicación. Además, de acuerdo con Reporteros Sin Fronteras y Statista, Colombia está en el puesto 134 en el ranking de la libertad de prensa.

Defender esto es crucial y debe ser un trabajo conjunto, de la sociedad y periodistas. Por parte de la sociedad, es importante que exijan constantemente un periodismo de calidad, retarnos a los que tenemos la responsabilidad de informar para que hagamos el trabajo de la mejor manera posible. Los y las periodistas, debemos ser conscientes de lo que tenemos en nuestras manos. Defender ante todo la independencia en la información para poder formar una opinión pública con contexto y calidad. Cuando los poderes políticos y económicos intervienen en el acceso a la información, la sociedad será la más perjudicada en este escenario. Por ende, es indispensable que defendamos y busquemos espacios para la libertad de prensa, el acceso a la información es un derecho de todos los ciudadanos y fundamental para la construcción de la democracia en la sociedad.

No es gratuito que los grupos armados o los poderes políticos ataquen a los medios. Tener el poder de la información se refleja en controlar el debate público. Cuando los periodistas locales denuncian irregularidades o actividades ilícitas por parte de grupos al margen de la ley, siempre se ven amenazados por brindar información a la población. Pensemos en países como China o Corea del Norte, donde no es solo en unas regiones donde se limita la libertad de prensa, es una realidad nacional. En Colombia debemos evitar un futuro así, porque nuestra realidad debe ser narrada desde todas las regiones y desde los medios locales de los territorios. Siempre he creído que los medios regionales son fundamentales en un país como este, son responsables de traer a las ciudades principales la realidad que se vive en lugares apartados. Sin embargo, esto no pasa aún en el país, ya que los medios regionales suelen replicar la información que sale de las ciudades principales, es decir que no conocemos realmente la situación de los departamentos alejados. En el fondo de esto está la libertad de prensa, debe ser un derecho indispensable en cualquier sociedad que busca tener una democracia fuerte.

Para defender la libertad de prensa puede haber iniciativas desde el gobierno. Unas políticas que protejan siempre al o la periodista que está buscando narrar los hechos del día a día. Deben existir instancias legales fuertes que castiguen a las personas que intenten vulnerar este gran derecho. Si no hay un respeto por la libertad de prensa desde el estado, es difícil que no haya impunidad o que exista respeto por conocer la información. Siempre dicen que los derechos de una persona tienen límite cuando puede afectar a otra persona, por más de que los periodistas tengamos libertad de prensa, debemos tener presente la responsabilidad que esta trae. No despegarnos de los hechos y respetar a las fuentes que nos ayudan a conocer o explicar nueva información. Asimismo, debemos ser fieles a nuestra labor principal que es servir a la sociedad, está es nuestra principal audiencia. No debemos arrodillarnos frente a un poder diferente que no sea la democracia y la sociedad.

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