Todos somos títeres. Por: Elena Angel
Derecha e izquierda, conservadores y liberales, Uribe y Petro. Cuántas veces no hemos oído estas comparaciones o incluso nosotros mismos las hemos hecho. La política colombiana se ha basado en dos aristas, las cuales todos piensan que son muy diferentes. Cuando llegan las elecciones se empiezan a oír las preguntas en la calle, ¿izquierda o derecha? ¿mamertos o fachistas? ¿Petro o Uribe? Sin embargo, pocos se dan cuenta que la política es un negocio, y nosotros somos la pieza clave. Somos los títeres que sin mucho esfuerzo nos hacen mover.
Para la derecha la izquierda es guerrilla, es acabar el país, es perder la economía, es entregar el país a quien más daño le ha hecho. Para la izquierda, la derecha es caer en el mismo gobierno de siempre, son los más radicales, son la política vendida y son conservadores que se han quedado en la idea de hace más de 100 años. Acá no soy nadie para juzgar que está correcto o incorrecto de pensar, para cada persona su argumento será válido. Pero el problema es que todo está sistemáticamente organizado para que entre el pueblo se maten escogiendo un lado mientras que los políticos están bien cómodos en sus pedestales.
Muchos nacieron y murieron con la idea de que Uribe y Petro se odiaban y que no se podían ni ver las caras. Que el día en el que se encontraran se iban a matar, metafóricamente, entre ellos. Gustavo Petro se posesionó como presidente y uno de sus primeros actos fue encontrarse con Álvaro Uribe. Los seguidores de Petro lo tildaron del Papa Francisco, el todopoderoso porque él había logrado que el país se uniera, que Petro era la solución y que él sí entendía la política. Pero todos cayeron redonditos, estos dos políticos siempre han tenido relación.
La izquierda con la derecha siempre han estado conectadas y siempre se han hablado para tomar decisiones. Porque acá el que toma las decisiones no es el pueblo, por más ruido que haga. El que las toma es el que tiene el poder, el apoyo, los recursos y el dinero para hacerlo. La política y los políticos suelen creerse y pensarse como los mecanismos de divulgación de lo que el pueblo quiere y necesita. Sin embargo, en el el centro de la ciudad, en la Plaza de Nariño, a la derecha de la Catedral Primada, dentro del Congreso con corbatas y faldas los políticos deciden.Realmente lo único que hemos sido y seguiremos siendo será títeres.
Los políticos deciden lanzarse a un cargo de elección, hacen la campaña TLC, tinto, lechona y cerveza, afirman porque deberíamos votar por éllos y no por el otro candidato, ponen a sus votantes a discutir con el vecino y al final el que más ofrece gana. Colombia solo ha visto la política desde dos extremos, izquierda y derecha y los gobernantes nos han dejado el trabajo sucio de defenderlos cuando realmente todos caminan por la misma sombra. Solo somos unos títeres de la política que creemos que entre la izquierda y la derecha no hay nada en común.
